Huatabampo.— Luego de que un grupo de motociclistas obligó a tres mujeres a caminar desnudas por las calles del centro de esta ciudad porque presuntamente robaron en un comercio, autoridades municipales condenaron los hechos y animaron a las mujeres a presentar su denuncia ante instancias oficiales.

Ni la policía municipal ni la Procuraduría General de Justicia en el Estado (PGJE) cuentan con reporte oficial del suceso ocurrido la noche del pasado lunes en la calle Galeana, entre Benjamín Chaparro y Zaragoza, de la colonia Centro.

No obstante, por diferentes redes sociales se empezaron a difundir fotografías de la mujeres que trataban de cubrir su cuerpo con las manos.

Vecinos del lugar comentaron que antes de la humillación pública realizada por tres sicarios a las féminas les cortaron el cabello y les rasuraron sus partes íntimas.

Por las calles las siguieron a bordo de tres motocicletas, mientras les golpeaban los glúteos en una forma de degradarlas más por el supuesto robo. Dos de ellas fueron identificadas por vecinos como Catoña, de 22 años, y Lupe, de 23 años.

Según habitantes de este municipio ubicado a 360 kilómetros de Hermosillo, esta conducta se ha repetido en el último año, ya que han sido exhibidos tanto hombres como mujeres por el presunto delito de robo. “Huatabampo se ha convertido en tierra de nadie, está tomado por Los Salazar, operadores del Cártel de Sinaloa. Ni la policía municipal ni la estatal hacen nada. En el centro de la ciudad hay una gran cantidad de motociclistas que expenden droga a plena luz del día”, expresaron.

A seis cuadras de donde caminaron las mujeres desnudas se encuentra la comandancia de policía.

El alcalde de Huatabampo, Heliodoro Soto, lamentó el suceso y aseveró que se trató de una agresión entre personas que se dedican a actividades no lícitas:

“Lo que tenemos a reserva de poder confirmar es que fue un ajuste entre muchachas que se dedican a una actividad no bien regulada y que robaron a unas personas que también se dedican al crimen, es lo que hasta ahorita hemos podido averiguar.

“Es importante tener la información verídica y confirmada, pero no hay denuncias; estas mujeres han preferido resguardarse con sus familias y entendemos la pena y la vergüenza, pero es importante para las autoridades que denuncien”, dijo.

Castigo ejemplar. Hacer justicia por propia mano a través de castigos, humillaciones y en el caso más extremo, cortar las manos, como sucedió en Jalisco, es una práctica que cobra fuerza en varias ciudades del país.

Una de estas prácticas ocurrió en mayo de 2013, en Coalcomán, Michoacán, cuando ocho adolescentes acusados de ser halcones del crimen organizado fueron obligados a portar camisetas blancas con la leyenda “Mi castigo por ser sicario”; en Chiapas, indígenas obligaron al presidente del Congreso estatal de Chiapas, Eduardo Ramírez Aguilar, a vestirse de mujer como parte de su protesta.

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