estados@eluniversal.com.mx

Chilpancingo.— Siete policías comunitarios muertos fue el saldo de un enfrentamiento entre dos grupos de guardias comunitarios en la localidad de Tlayolapa, municipio de Juan R. Escudero, luego de que otra organización intentó tomar el control de la seguridad en la zona.

La disputa ocurrió minutos antes del mediodía de ayer entre integrantes del Sistema de Seguridad y Justicia Ciudadana de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), y del Frente Unido para la Seguridad y Desarrollo del Estado de Guerrero (FUSDEG), pugna que dejó además tres heridos y siete desaparecidos del primer bando, contra tres y uno del segundo grupo, denunciaron los comunitarios.

El fiscal Xavier Olea Peláez confirmó que se trató de un enfrentamiento entre ambos grupos y aseguró que se investigarán los hechos, que se dan a ocho días del asesinato del comandante del Frente Unido —escisión de la UPOEG desde enero de 2015— Julio Alarcón, en un mercado a pocos metros del centro de Chilpancingo.

Según Salvador Alanís, comandante del FUSDEG, era el cuarto intento de la Unión de Pueblos de entrar en su territorio. “Quieren desarmar a nuestros policías y tomar las comunidades”, acusó.

Por esa razón, instalaron bloqueos en la carretera federal México-Acapulco, a la altura de El Ocotito y Juan R. Escudero, municipio ubicado a 50 kilómetros de Chilpancingo.

“Ya los esperábamos”. Según Alanís, pretendían tomar El Ocotito, comunidad de Chilpancingo, así como Villa Guerrero y San Juan del Reparo, en Juan R. Escudero, por lo que instalaron barricadas y los esperaron. Cerca de las cuatro de la mañana, dijo, intentaron ingresar, pero no lo lograron, y horas después ocurrió el choque en la Costa Chica.

Además, se interrumpió el servicio de electricidad en El Ocotito y Buenavista, porque, según contó, la Unión de Pueblos quemó dos transformadores para atemorizar a la gente.

Del Frente Unido, el comandante de Tlayolapa, un ex militar, murió en el enfrentamiento. “Entraron por La Palma. Había unas 10 camionetas, querían entrar por Villa Guerrero y los esperamos en los cerros. Al no entrar por allí, se fueron a Tlayolapa; iban unos 15 grupos y los policías de FUSDEG repelieron la agresión, civiles del pueblo se armaron”, aseguró.

Reconoció que tenían ventaja “pero ellos querían someter. Iban 25 del Frente Unido y ellos [eran] 150, pero la gente apoyó, se defendió”.

Acusó que Bruno Plácido Valerio, dirigente de la UPOEG, tiene nexos con el crimen organizado y se quiere apoderar de su zona de influencia que abarca el corredor de Juan R. Escudero, comunidades de Chilpancingo, algunos puntos de la Costa Chica y Xaltianguis, comunidad de Acapulco.

Plácido Valerio dijo que si la fiscalía quiere investigarlos por narcotráfico lo puede hacer y reviró que son los del Frente Unido quienes tienen nexos con la delincuencia: “El presidente municipal, Marco Leyva (Chilpancingo), dice que nos queremos apoderar del trasiego de la droga, que muestren pruebas, que el pueblo defina”.

Dijo que nunca ha querido tomar comunidades: “Tenemos el reporte de que quieren entrar delincuentes armados… FUSDEG es un grupo de paramilitar creado por Gobernación para generar confrontación”.

Aseguró que promueve un grupo para servir al pueblo, no someterlo.

Desde hace tres años, cuando la UPOEG incursionó en tareas de seguridad , se han generado varias disputas que han cobrado la vida de miembros de ambas guardias comunitarias; incluso, de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias.

Según el Frente Unido, en un año han asesinado a 18 miembros, mientras que Unión de Pueblos reporta 14 en más de dos años.

Google News

Noticias según tus intereses