Tras los enfrentamientos en Nochixtlán, Oaxaca, que dejó ocho personas muertas y un número indeterminado de heridos, el movimiento de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) que está en contra de la aplicación de la reforma educativa encontró muestras de apoyo en varios estados y un acompañamiento de diversos grupos sociales.

A partir de ese 19 de junio, estudiantes universitarios sindicatos, ONG y grupos sociales, salieron a expresar su apoyo a los maestros disidentes.

A Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Michoacán se han sumado marchas en Baja California, Baja California Sur, Coahuila, Hidalgo, Nuevo León, Morelos, Puebla, San Luis Potosí, Sonora, Tabasco, Veracruz y Yucatán.

El apoyo a la Coordinadora no sólo ha sido social, sino también económico y en especie, como en Oaxaca y Chiapas.

En el primer caso destacan organizaciones como Comuna Oaxaca (de Flavio Sosa Villavicencio y César Mateos), el Frente Popular Revolucionario (FPR), el Frente Amplio de Lucha Popular, el Movimiento Agrario Indígena Zapatista (MAIZ), el Frente Popular Democrático, la Coalición Obrero, Campesina y Estudiantil del Istmo (COCEI), entre otras.

Los miembros de la Asamblea Popular del Pueblo Juchiteco (APPJ, agrupación que desde hace cuatro años se opone a los proyectos eólicos en el Istmo de Tehuantepec) apoyan a los maestros con comida.

La cocina comunitaria rebelde instalada en el patio de la estación Radio Totopo, en la Séptima Sección de Juchitán, alimenta a los maestros en bloqueo en el Canal 33.

“Desde el primer día que se estableció el bloqueo en Juchitán (11 de junio, tras la aprehensión de los líderes magisteriales, Francisco Villalobos y Heriberto Magariño López) la radio envió el mensaje de solidaridad a los maestros y pidió el apoyo de los ciudadanos; sorprendentemente estos respondieron y nos traen todos los días víveres para preparar la comida desde maíz, arroz, frijol, carne, pescado, hasta leña”, informó Carlos Sánchez, integrante de la organización.

Hasta el 1 de julio habían recibido 180 kilos de maíz, 40 kilos de frijol, 50 kilos de arroz, 70 kilos de azúcar, mil 200 piezas de pan, 47 litros de aceite, 190 kilos de tortillas, 700 piezas de totopo, carne, agua, dos costales de chayotes, 90 kilos de pescados, 540 huevos y dos carreteas de leña.

Apoyo en especie

En Chiapas, el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) donó este fin de semana 10 toneladas de víveres. El vocero de la CNTE en el estado, Pedro Gómez, reveló que los respaldan 16 parroquias de la diócesis de San Cristóbal de las Casas, que además de las jornadas de oración les llevan agua.

Sindicatos como la Secretaría de Salud, estudiantes y ciudadanos de Tzimol entregaron víveres a profesores en plantón en Tuxtla Gutiérrez. En Huehuetán, los habitantes llevaron comida a los maestros que mantuvieron el bloqueo en los puentes internacionales.

En la Ciudad de México esta semana los maestros disidentes bloquearon diversas vialidades en 13 de las 16 delegaciones que componen la capital del país con el apoyo de sindicatos de diversas universidades.

Los diputados locales de Morena donaron, cada uno, 5 mil pesos para los maestros que están en plantón en la Plaza de la Ciudadela. Los 20 legislaladores sumaron 100 mil pesos.

En Guererro, entre los grupos que apoyan a la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación Guerrero (CETEG) hay organizaciones clandestinas como el Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI).

En Michoacán el principal apoyo proviene de los estudiantes de las normales rurales e indígenas de Cherán, sin embargo, es puramente social ya que se trata sectores pobres en el estado.

Donaciones anónimas

Hay otros tipos de apoyos que dan sindicatos y partidos que tiene poder económico, pero no lo dan a conocer.

En Tabasco el respaldo a la Coordinadora proviene del Sindicato Independiente de Trabajadores de la Educación (SITET) y simpatizantes del partido Morena. Se sabe también que es abierto el apoyo del ex diputado local del PT, Rogers Arias García, quien fue líder magisterial.

En Sonora, la Asamblea Magisterial de Sonora y la CNTE movilizan alrededor de 5 mil de 26 mil 38 docentes, y tienen el respaldo de los sindicatos de Telefonistas y de Académicos de la Universidad de Sonora (STAUS), así como de la tribu Yaqui.

En Hidalgo, en la marcha del 7 de julio, los maestros fueron acompañados por el Sindicato Mexicano de Electricistas y miembros de Morena.

En Nuevo León el movimiento pasó, en un año, de 104 educadores que se reunieron en la Gran Plaza el 12 de junio de 2015, a 13 mil que marcharon recientemente, convocados por el colectivo Maestros de Nuevo León.

La irritación de los educadores creció porque en lugar de recibir el acostumbrado incremento de mayo, sufrieron reducciones de hasta 50% de su salario por la carrera magisterial.

En Yucatán los maestros no protestaban en horario de clases ni hacían paro de labores, sin embargo, luego de que en la quincena pasada no recibieron el pago de Carrera Magisterial, docentes salieron a marchar y no impartieron clases en varias escuelas.

En opinión de Salvador Hernández Sandoval, integrante de la Asociación de Sociólogos en Educación, la CNTE puede realizar acciones radicales en estados como Oaxaca, Chiapas, Michoacán y Guerrero porque tiene una amplia base social de apoyo.

Pero en estados como Nuevo León obedece a contradicciones internas dentro del mismo sindicalismo.

A nivel nacional, dijo, es un hecho que las presiones y actos que están llevando a cabo los maestros afectan directamente a la economía de comercios, industrias y bancos, y provocan una tensión social muy fuerte, poniendo contra las cuerdas al Estado.

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