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Chihuahua.— El Palacio de Gobierno estatal sufrió daños incuantificables, luego de que una manifestación en contra del gobernador Cesar Duarte se tornó violenta y decenas de participantes en su intento por ingresar al recinto destruyeron puertas y ventanas del histórico inmueble.

Además, fueron dañadas armas, banderines y documentos de la Independencia de México, tras ser arrojadas bombas caseras a un museo que se localiza adentro del recinto.

En la refriega resultaron 18 policías lesionados, todos por heridas provocadas con piedras y palos que portaban los inconformes. Según los primeros reportes hubo alrededor de 100 detenidos y decenas de personas intoxicadas por el gas lacrimógeno.

La protesta había sido convocada desde ayer por Jaime García Chávez, líder de la organización Unión Ciudadana, y miembros del PAN, aunque ese partido político se deslindó oficialmente de ser parte de la organización de la protesta.

El motivo era manifestarse contra Duarte, de quien exigieron su renuncia, por la falta de gasolina, por la intención de contratar más deuda pública y por la impugnación que presentó el PRI frente al triunfo del panista Javier Corral en las pasadas elecciones, entre otras protestas.

A las 10:00 horas, 400 personas se concentraron en el lugar y lanzaron consignas contra la administración estatal y su titular; un grupo comenzó a empujar la puerta principal del recinto, que data de 1890.

Poco a poco se encendieron los ánimos, hasta que una veintena de jóvenes, en su mayoría encapuchados, utilizaron tubos y rejas de metal para destruir puertas y ventanas.

Los convocantes intentaron en dos ocasiones pedirles que no provocaran vandalismo, pero fueron ignorados y se desató una confrontación con elementos de seguridad que intentaban resguardar el inmueble, en cuyo interior se hallaban casi 100 empleados, quienes fueron trasladados a la azotea para evitar que fueran heridos.

Por un lapso de casi tres horas los integrantes de la protesta intentaron en repetidas ocasiones ingresar, pero fueron dispersados con gas lacrimógeno por casi un centenar de agentes. La fiscalía estatal destacó que 100 personas fueron detenidas, algunas provenientes de Oaxaca y otros estados del sur del país, por los delitos de daños, lesiones, sedición y motín. A uno de los manifestantes detenidos se le aseguró una arma.

También dio a conocer que se vandalizaron tres patrullas, de las cuales se robaron cuatro armas de fuego de alto poder, dos armas largas calibre .223 automáticas y dos pistolas calibre .9mm. Asimismo, informó que uno de los oficiales lesionados se encuentra en estado grave.

El vocero del gobierno estatal, Sergio Belmonte, informó que se interpondrán las denuncias penales correspondientes por los daños al edificio,y que se realizarán los peritajes correspondientes para evaluar la destrucción del material histórico.

Dijo que se realizarán las investigaciones pertinentes, pero que el gobierno responsabiliza a Jaime García Chávez; a Víctor Quintana, ex líder estatal de Morena, y al diputado panista Rogelio Loya de lo ocurrido.

Por su parte, el líder estatal del PRI, Guillermo Dowell, acusó al gobernador electo de provocar lo ocurrido: “A partir del triunfo de Javier Corral las turbas se han venido motivando en todo el estado; Corral quiere hacer de Chihuahua un escenario similar al de Oaxaca, su campaña fue de odio con un discurso violento”.

Corral respondió que desde su punto de vista fue el propio gobierno el que provocó los desmanes. Hasta la noche del miércoles, el Palacio permanecía cerrado.

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