San Cristóbal de las Casas

Con la solicitud de licencia indefinida de Rosa Pérez Pérez, alcaldesa de Chenalhó, recién aprobada por el Congreso de Chiapas, suman cuatro las mujeres que rindieron protesta en octubre de 2015 y que ya dejaron el cargo. Los diputados locales aceptaron la petición de la presidenta municipal la madrugada del jueves, al momento que en la cabecera municipal de Chenalhó militantes del PRI mantenían cautivo y vestido con un huipil al diputado del PVEM Eduardo Ramírez Aguilar.

La alcaldesa había dicho que no dejaría el cargo, pese que sus opositores bloquearon carreteras, protestaron afuera del Congreso, incendiaron su casa; fue hasta la retención de Ramírez Aguilar, el miércoles por la tarde, que se agilizó la caída.

El 28 de abril de este año, dos días después de la protesta afuera del Congreso, el diputado Mariano Díaz Ochoa declaró que la alcaldesa tenía que seguir en el cargo, y argumentó que los diputados “no pueden estar destituyendo a presidentes municipales, porque es delito que nosotros destituyamos presidentes”.

Agregó que “los que ganan las elecciones el día de las elecciones, no los puede quitar nadie y el Congreso no lo puedo hacer, porque simple y sencillamente la presidenta nos demanda o se ampara y nos gana. Estamos indefensos. No podemos quitar y poner presidentes”, declaró Díaz Ochoa; sin embargo, casi un mes después él mismo llevaría la baja de Pérez Pérez y daría paso a la toma de protesta del síndico Miguel Sántiz Álvarez como alcalde sustituto.

Antes, Pérez Pérez, con un doctorado en ciencias políticas por un instituto privado, había acusado a funcionarios y ex alcaldes de Chenalhó y Santiago El Pinar de organizar un movimiento en su contra.

En un intento por frenar las protestas, el ex alcalde José Arias Vázquez fue detenido por el delito de peculado en contra del ayuntamiento por 18 millones de pesos, pero fue liberado horas después de la renuncia de Pérez Pérez.

Ahora a las cuatro las consideran alcaldesas juanitas, bautizadas así luego de que en 2009 al menos 10 diputadas federales rindieron protesta en San Lázaro y de inmediato solicitaron licencia para que un hombre ocupara su lugar.

Las legisladoras fueron nombradas candidatas, tras la determinación del tribunal electoral para que se cumpliera la paridad de género.

Los conflictos

A 10 meses del proceso electoral de 2015, los conflictos persisten en media docena de municipios. Como resultado de estas movilizaciones han renunciado a su cargo las alcaldesas de Oxchuc, Chanal y Tila.

En febrero renunció María Gloria Sánchez Gómez, de Oxchuc, y en su lugar quedó Óscar Gómez López López; en Chanal salió Olga Gómez López y tomó el cargo su esposo Javier Velasco Bautista y en Tila, Fabiola Vázquez Ortiz y llegó Édgar Leopoldo Gómez Gutiérrez.

En Chanal, pese al enroque, no se consigue la estabilidad, ya que la semana pasada el primer regidor suplente Sebastián Velasco Gómez y la actuaria Esperanza Trejo fueron retenidos por indígenas, en protesta por el arresto del líder del PVEM, Rafael Entzín Gómez.

Al dirigente se le acusa del delito de homicidio, por la muerte de dos niños que eran transportados en una ambulancia que no pudo llegar a tiempo en el hospital, porque en un bloqueo carretero le impidió el paso.

En Oxchuc se han reportado confrontaciones en las recientes horas entre seguidores del alcalde y la alcaldesa depuesta.

El 19 de julio, de los 122 municipios 35 fueron ganados por mujeres; ahora sólo quedan 30: de las cuatro que dejaron el cargo, se suma la salida de Gabriela Roque Tipacamú, que se alzó con la victoria por 6 mil 397 votos, como candidata del PVEM y Panal, en el municipio de Altamirano. Por una orden del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, desde octubre no pudo continuar como alcaldesa, pues el órgano determinó que era inelegible ya que el presidente municipal saliente, Norberto Sántiz López, es su cónyuge.

Presiones y “golpes políticos”

La coordinadora de la Red Chiapas por la Paridad Efectiva (Repare), Elva Narcia, considera que la alcaldesa Rosa Pérez Pérez “enfrentó fuertes presiones para obligarla a renunciar”, aunque ganó las elecciones legítimamente, siempre declaró que no renunciaría al cargo.

En Chenalhó, donde el 22 de diciembre de 1997 fueron asesinados 45 indígenas, imperó “una resistencia al cambio y fuertes intereses políticos y económicos de por medio”, pero se dio “el golpe político”, donde la “violencia por razones de género” fue evidente.

En al caso de Tila y Chanal “es la consecuencia del enroque mañoso al que recurrieron los partidos políticos para simular el cumplimiento de la paridad electoral”, establece la fundadora en Chiapas de Repare.

Explica que en el caso de Oxchuc, María Gloria Sánchez Gómez fue un “problema complejo”, ya que el PVEM aceptó que fuera candidata “aun sabiendas de que su esposo era el presidente saliente”.

Aún así, la mujer de profesión contadora pública ganó las elecciones el 19 de julio, y aunque su triunfo fue impugnado y los tribunales determinaron que ganó legítimamente al haber obtenido 10 mil 083 sufragios, contra 7 mil 117 de Óscar López Gómez, candidato del Panal.

Narcia dice que desde las elecciones del año pasado Repare ha dado seguimiento a todos los casos. “Condenamos la violencia política por razón de género y exigimos el respeto a la paridad porque no se acaba en los comicios. La paridad es igualdad de derechos y oportunidades.

El investigador Antonio Cruz Coutiño, asegura que los conflictos poselectorales son resultado del trabajo de los consejeros del Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana (IEPC), el gobierno del estado y los partidos políticos:

“Por un lado, el gobierno presionó al IEPC, pero también desatendió las demandas de los ciudadanos, en especial en los municipios tradicionalmente conflictivos, aun antes de las elecciones y ahora mismo, mientras que los partidos se transformaron en los últimos tiempos en franquicias directa o indirectamente administradas por el gobierno del estado”.

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