A mes y medio de que deje el cargo como gobernador de Colima, Mario Anguiano Moreno, solicitó formalmente al Congreso del estado una autorización para contratar una nueva línea de crédito por mil 598 millones de pesos, con los que busca subsanar el boquete financiero superior a los 2 mil millones de pesos que se hizo evidente en los últimos meses de su administración.

La petición se recibió formalmente esta semana y el mandatario se reunió con los legisladores para explicar su nuevo plan de deuda.

En la actualidad, la deuda a largo plazo de Colima asciende a 3 mil 797 millones de pesos, por lo que de aprobarse el monto de los pasivos llegaría a 5 mil 395 millones de pesos.

El mandatario explicó que la contratación de este nuevo préstamo se haría a un plazo de 25 años y el pago por servicios de deuda pasaría de 1.7% del presupuesto total del estado a 2.9%.

Anguiano indicó que tras analizar la situación financiera del estado con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, se llegó a la conclusión de que adquirir este nuevo empréstito sería la opción más viable para sanear las finanzas estatales.

Según el mandatario, el gobernador electo, Ignacio Peralta, ya conoce este proyecto de endeudamiento; sin embargo, el priísta no se ha pronunciado hasta el momento por este tema.

Durante la reunión a puerta cerrada entre el mandatario y los legisladores, éstos solicitaron que el Órgano Superior de Auditoría y Fiscalización haga a la brevedad una revisión de los ejercicios fiscales anteriores del gobierno estatal para determinar si hubo desvío o uso indebido de recursos.

Anguiano Moreno señaló ante los diputados locales que el problema financiero tiene que ver con una reducción de participaciones federales desde 2008 y el crecimiento de la nómina estatal, que pasó de 9 mil trabajadores en 2009 a 11 mil empleados en 2015.

Aunque el PAN ha adelantado su voto en contra, se prevé que los 10 diputados del PRI, junto con los tres de Nueva Alianza y un legislador del PVEM, saquen adelante la solicitud deuda antes del 1 de octubre, fecha en que entra en funciones la nueva Legislatura en la que el tricolor perdió la mayoría.

Colima tiene hoy una deuda superior a los 2 mil millones de pesos (cerca del 16% de su presupuesto anual) y un déficit presupuestal de mil 598 millones de pesos por malos manejos, por lo que en agosto pasado la firma Fitch Ratings bajó la calificación crediticia del estado a CCC —que representa vulnerabilidad y es muy dependiente de la situación económica— por estar en riesgo de caer en impago de 638 millones de pesos contratados con la banca comercial.

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