Aspirante a gobernar Cuernavaca, una de las principales ciudades del país disputadas por los cárteles de la droga, la priísta Maricela Velázquez Sánchez se “blinda” desde ahora y afirma que no dará un paso atrás en el combate a la delincuencia organizada.

En esa lucha, dice, “no va sola”. La acompañan miles de sueños y el gobierno federal, además de sus lazos de apoyo que trabó durante su paso en la Comisión Legislativa de Seguridad Nacional en el Congreso de la Unión.

“No podemos titubear en este tema, tenemos que ser valientes y a pesar de que puedan existir amenazas y mensajes para amedrentar, no vamos a dar un paso atrás porque no estoy sola. Hay miles de inquietudes, pero también un gobierno federal que se ha puesto la camiseta para colaborar con la ciudadanía y lo propio tendrá que hacer el gobierno del estado”, sostiene.

La referencia última, la de pedir el apoyo del gobierno estatal, tiene acento especial porque en opinión de Velázquez Sánchez actualmente hay una sociedad morelense lastimada, sola, desilusionada, porque “tenemos gobiernos de simulación que les prometieron seguridad y hasta les fijaron un plazo”, señala en clara referencia al gobernador Graco Ramírez, cuyo principal compromiso de campaña fue reducir los índices delictivos en 18 meses.

Además de endilgarle el fracaso en materia de seguridad pública, la diputada federal con licencia sostiene que el gobierno estatal también ha fallado en la ejecución de la Policía de Mando Única Coordinado.

Analiza: “Cualquier estrategia puede ser buena cuando la diseñas, como ha sucedido en América Latina, pero el problema viene en la implementación, coordinación y en la capacidad y eficacia de quien lo implementa”.

Esta policía, dice, no tiene una coordinación de equipo. “No tiene evaluación constante, seguimiento y tampoco escucha a la ciudadanía. La seguridad es paz social, vida”, precisa.

La candidata por la alianza PRI- PVEM-PNA dice que el descontento social crece por los asaltos a casa, en el transporte público y en las calles.

Alude la actuación de los gobiernos surgidos del PRI en Cuernavaca desde 2009, cuando arrebataron el poder al PAN después de 12 años.

Y cuando habla del ex edil priísta, Manuel Martínez (2009-2012) —sometido a proceso judicial por presuntos desvíos de recursos— la candidata advierte que seguirá el caso hasta sus últimas consecuencia porque asegura que lo que más ha lastimado a Cuernavaca ha sido la corrupción.

El apellido

Maricela, hija de una de las políticas de mayor peso en el PRI morelense, Maricela Sánchez, camina por las calles y firma compromisos ante notario por la “crisis de confianza y credibilidad de la sociedad”. Esta mañana acordó con diferentes cúpulas empresariales privilegiar la contratación de empresas locales bajo la premisa de “Cuernavaca para los cuernavacenses”.

Dice la candidata que con el apoyo de la iniciativa privada crearán empleos y esa será una de las fórmulas para bajar los niveles delictivos. Debemos revertir el sitio negativo que tiene Morelos en desarrollo económico cuyas mediciones de 2014 lo ubicaron en 0% de crecimiento y en el primer trimestre de este año fue de -1.6 %.

Pero Maricela dice que tiene por costumbre comprometerse bajo firma protocolaria como cuando signó en 2013 buscar recursos para construir el auditorio Teopanzolco, lo cual ya lo obtuvo como legisladora federal.

—¿Qué tanto te pesa el apellido de tu mamá?

—Siempre me he sentido muy orgullosa de pertenecer a una familia que es producto del esfuerzo y el trabajo. Vengo de una familia muy intensa en la política pero (mi madre) me heredó el agradecimiento de la gente y el valor de la palabra.

Maricela marca una línea entre el estilo de hacer política de su mamá, quien en diciembre de 2002 encabezó una protesta de campesinos para cerrar por más de 12 horas la autopista México-Cuernavaca, en demanda de que el gobierno federal ayudara a los campesinos afectados en más de 80% de sus cultivos por la sequía.

“Soy una mujer muy independiente. Yo siempre he estado a favor del orden y consenso, apegados a la legalidad”.

—¿Porque se piensa que pudieras seguir un lineamiento como tu madre?

—Porque se sigue un maniqueísmo político. Yo soy constructiva de diálogo y de escucha prolongada.

—¿A qué atribuyes los señalamientos como la ‘casa de la ganga’?

—Llevo muchos meses resistiendo una campaña de odio. Jamás me ha gustado hablar mal de la gente, yo soy una mujer de paz. Esto me pasa porque estamos en los primeros lugares de la preferencia electoral.

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