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Las dictaduras militares latinoamericanas y el caso de los 43 desaparecidos en Ayotzinapa plantean una destrucción de la sociedad, al igual que algunas series de ficción que se han llevado a la pantalla chica.

Más allá de zombis e infectados que son moda en la tv, el panameño Rubén Blades piensa que esa que considera como una “realidad ficcionada” ocurre diario en países donde se desploman la ley, la religión y hasta la familia, como en Siria, Sudán o México. “Ninguno de nosotros pensamos en eso porque estamos ocupados en nuestra propia vida. ¿Ayotzinapa? eso es Fear the Walking Dead, donde a 43 pelados se los llevan y después nadie sabe en dónde están y hasta el sol de hoy”, comenta uno de los protagonistas del spin off de The Walking Dead, que estrena su segunda temporada el 10 de abril por el canal AMC.

Blades, quien da vida a Daniel Salazar, no quiere ver el vaso mitad lleno o mitad vacío. Es uno de los pocos latinoamericanos que se ha colocado en producciones de Hollywood, pero afirma que considera que deben abrirse más espacios.

“No hay ninguna razón para que no existan. El problema con Hollywood y si Will Smith debió ser o no nominado es una discusión entre el gremio: norteamericanos blancos y norteamericanos negros. No nos incluyen, pero porque no existe la raza latina.

“Un actor negro latino no tiene acceso a los roles de un actor negro norteamericano, tampoco un actor blanco. El actor blanco latino tiene otro problema, que no es suficientemente latino para hacer el rol porque lo pintan de esta forma, te ponen la etiqueta latina para separar”.

El artista recuerda que su país fue uno de los que participaron en un boicot organizado por el gobierno mexicano en la década de los años 20, porque las películas planteaban una figura llamada “The greaser”, que era un mexicano que se encargaba de secuestrar, matar o violar a mujeres o niños.

“La discriminacion es cultural, es una cuestión de miedo y de ignorancia. Es necesario enfrentarlo hablando, pero también exigiendo. No somos una raza, somos más bien tribus: la puertorriqueña, cubana, mexicana, dominicana. Por esa razón no hemos integrado una voz como ocurrió con la minoría negra que se unió y peleó, nosotros todavía no reaccionamos y hasta que eso no ocurra vamos a seguir haciendo lo que les dé la gana, aunque ahora están empezando a tener más cuidado porque viene la elección”.

El tema político llama su atención y, ya que se postuló a la presidencia en Panamá en 1994 —quedando en tercer lugar—, piensa hacerlo de nuevo.

De las elecciones en Estados Unidos considera que si Donald Trump se convirtiera en el primer mandatario estadounidense, sería la definición final de hacia dónde van las cosas.

“Yo no le tengo tanto miedo a eso sino que nosotros no enfrentemos lo obvio, nuestros propios defectos y la ausencia de solidaridad”.

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