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cesar.huerta@eluniversal.com.mx
Estados Unidos y España, junto con América Latina a excepción de Brasil, verán en cine la historia de un director de cine y tres amigos que incursionaron en unos baños públicos donde suceden fenómenos paranormales.
La plataforma digital Netflix acaba de adquirir los derechos de Perdidos, película de terror dirigida por Diego Cohen, que estrenaría en la primera mitad de 2016.
La cinta sigue la corriente found footage, es decir, material encontrado, en donde el terror queda registrado a través de las cámaras, al estilo de La bruja de Blair.
“Vieron de qué se trataba y nos dieron una oferta muy atractiva, dijimos que sí y con lo que propusieron ya se pagó la película y tuvimos utilidades”, exclama feliz el realizador.
Perdidos, con un costo de 250 mil pesos (en efectivo, sin contar el costo real) cuenta la historia de un director de cine que convoca a tres amigos para que lo ayuden a realizar su trabajo de tesis a través de un documental que filmarán en unos baños abandonados donde se dice ocurren fenómenos.
En Netflix el proyecto de Cohen se topará con la obra del cineasta español Adrián García Bogliano (Ahí viene el diablo y Donde duerme el horror).
“Dos de sus películas están en el top ten de ahí, del género, es mi amigo y quiero competir con él”, apunta el también realizador de Amaneceres oxidados, estrenada hace dos años.
Por lo pronto Perdidos estará en la sección oficial de Feratum, Festival Internacional de Cine Fantástico, Terror y Sci-Fi, que se llevará a cabo en Tlalpujahua, Michoacán, del 1 al 4 de octubre próximo.
Ahí se medirá por el premio a, entre otras, Arena Azteca Budokan, El que vendrá y Visitantes, esta última ya estrenada en cines.
Después, junto con Luna de miel, del mismo Cohen, se proyectarán en Masacre en Xoco, evento organizado por la Cineteca Nacional a fines de año.
El estreno comercial de Pérdidos se tiene contemplado para abril o mayo del siguiente año.
“Y un mes después llegaría a Netflix, precisa el entrevistado.
Luna de miel buscará seguir el camino de su “hermana” cinematográfica, pero su creador sabe la dificultad dada su temática.
“Su tema central es el amor muy retorcido, es un tema más complejo en clasificación pues hay violencia explícita y como Netflix no tiene control de contenidos, es aventurarse mucho, pero creo si se hará”, estima.
