Franco De Vita pide libertad para su país

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Franco de Vita se animó a bailar banda de la mano de Edwin Luna y La Trakalosa de Monterrey. Los músicos dejaron plasmados sus mejores pasos en la grabación del video en el que compartieron risas y buena química.

Aunque era la primera vez que se veían, ya que toda su conversación y el dueto en el tema “Ya no te creo” fue virtual o por teléfono, se reunieron en el bar La Culpable, en Coapa, para intercambiar elogios.

“Es como si nos conociéramos hace mucho tiempo. Franco es súper sencillo y excelente persona, nos estamos llevando muy bien. Cuando me llamó no me la creía que me estuviera invitando”, dijo Edwin. “De esto saldrá algo importante, mi hermana vivió en Italia y volvió hace cuatro años, le puse la canción y quería bailarla, creo que interesará el sonido y la mezcla”, complementó Franco.

De Vita sabe que en las listas de popularidad en México no puede faltar la banda y entendió que podía encajar en ese mundo con ayuda de los arreglos que los originarios del norte del país aportaron.

“La historia es una chica mexicana que en su momento tuvo un romance con un norteamericano y ahora se reencuentran donde ella ya está con un mexicano; él quiere volver a insistir y a ella le queda el gusanito, pero ya está con otro. Se arma una especie de duelo en el baile, pero al final se queda con su novio”, señaló De Vita.

Por la libertad. Franco se metió al estudio y tras casi ocho años editó su nuevo álbum Libre. Él mismo lo considera variado en ritmos e incursiona en géneros como la banda y la bachata; además de La Trakalosa, colaboró con Rosario Flores y Lorenzo Fragola.

Además se refirió al tema que da nombre al álbum, en donde habla sobre la falta de libertad en su país natal, Venezuela. La escribió como un reclamo, un grito de desesperanza “porque los venezolanos ya no aguantamos más. Algo tiene que ocurrir”.

Hay quienes alzan la mano y hablan de los problemas como han sido él o Ricardo Montaner, otros prefieren apartarse de opinar de los asuntos políticos por temor. “Pasé mucho tiempo escondido porque había ese miedo de opinar, yo creo que deberemos liberarnos de él. A mí me tocó cuando empecé a ver a los niños muriéndose de hambre, ahí dije ‘ya no me puedo callar’, me han tocado lo peor que me pueden tocar, los niños no tienen comida. Si nos callamos somos unos cobardes”, expresó el cantautor.