Con un gran espacio para las mamás y los niños, Bebe ofreció un show de poco más de dos horas en su regreso al Plaza Condesa. Además le cantó las mañanitas a una de las presentes a petición de su hija de diez años pues su cumpleaños es el 9 de mayo, igual que ella.

Al salir al escenario, a las 20:20 horas, se sujetó el saco negro que la abrigaba y fue por el micrófono para respirar profundo y sentarse en el sillón que acompañaba su producción.

Cuatro músicos fueron suficientes para derrochar tanto romanticismo como energía, en un show que inició con "Borrones".

En la presentación de su último disco Cambio de piel la española no dejó de lado el teatro y sentimiento, pues se recostó en su sillón (que después confesaría no es como el que tiene en España) poniendo más dramatismo. Fuera saco y hola guitarra, de esta forma legó el turno de una de sus canciones más aplaudidas, "Siempre me quedará".

"Gracias por haber venido", dijo ante los gritos de te amo y comenzó a aplaudir poco antes de "La cuenta"; de repente vio a una niña pequeña y se conmovió tanto que le dedicó unas palabras y hasta le mandó besos, despertando su instinto como mamá.

"Hace dos años venía solita con la guitarra y antes con unos cuantos músicos que conocía y hoy traigo a otros", expresó al seguir con "No + llorá", donde hizo movimientos como si ella misma tocara la batería y en la cual su cabello iba de un lado a otro.

"Me fui", "Mi guapo", "Que llueva", "Bala perdida" antecedían que ella tomara algunos tragos de agua al prepararse para un ritmo más rockero en "Chica precavida". Para las mujeres cantó "La bicha" e hizo cantar al público con "Tu silencio", Respirar" y "Con mis manos", con la que alzó y bailó con una bandera mexicana.

No podían faltar sus clásicas "Malo" y "Ella", que despertaron júbilo y con las que Bebe dijo adiós; la primera de ellas habla de la violencia hacia la mujer y la segunda de la seguridad de ellas, por la que aprovechando se la dedicó a las mamás presentes por el próximo 10 de mayo y les agradeció dar vida.

Pero los asistentes querían más y no dejaron de pedirlo hasta que la cantante regresó al escenario con botella en mano, pues sirvió a sus músicos y brindó con todos quienes estaban allí.

"Fondo, fondo", le gritaban aunque no entendía. "¿A machete?", se preguntó al dar también una copa a los asistentes y cumplir su promesa "por ustedes y por el amor", y por eso entonó "Ganamos".

"Este es el mejor momento de todo el concierto, me las como", expresó al subir a cinco pequeñas niñas (de 3 a 11 años) de entre el público con quienes platicó. Las niñas cantaron junto a ella en

"Una canción", a ellas y todos los niños les dedicó "Más que a mi vida" por parte de sus madres e incluso con la más pequeña en brazos dio saltos.

cvtp

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