“Soy un hombre que se viste de mujer porque me gusta mucho reivindicar el papel de la mujer, porque creo que ha sido el género fuerte, el género valiente. La mujer siempre ha sacado adelante a las familias. La mujer es la que tiene la valentía y la fuerza del compromiso de la pareja, por eso es valiente. Y por eso me gusta homenajearla y me siento más identificada más con la imagen de una mujer que de un hombre, siendo un hombre”.

Así se explica Amapola López, “La Prohibida” una cantante que emergió del mundo trasvesti y que ha logrado adeptos más allá de su país de origen, España, de todas las edades y culturas. "La Prohibida" otra vez visita México, con una única presentación este fin de semana, en el bar la Sacristía de la zona Rosa, en donde interpretera éxitos de sus tres discos. El último lo produjo fondeando el material con sus seguidores vía internet; logró recaudar lo necesario en menos de 24 horas.

“A través de internet puedes hacer muchas cosas que antes no podías hacer, desde promocionar un disco hasta producirlo con una fondeada, entrar en contacto directo con tus fans. Vender tu trabajo. Y cuando tomé conciencia de esto fue cuando decidí despegarme de todo lo que tuviera que ver con otros”, dice en entrevista para EL UNIVERSAL.

“Pienso que mi aceptación radica en el arte. El arte es algo que no conoce fronteras ni discrimina. Cuando alguien decide ser afín de una canción, o cuando alguien elige esa canción para que forme parte de su vida, le da exactamente igual el tipo de artista que seas. A través de mi música o de mis canciones he logrado conseguir en México un público, que no ven si eres vestida, o trasvestí, o transexual o lesbiana, les da exactamente igual. El arte trasciende consciencias, edades y credos”, explica.

La cantante, que considera la sexualidad como una herramienta de control social, lucha constantemente por la apertura. En 2014, cuando el alcalde de Torremolinos en España, prohibió las presentaciones callejeras de trasvestis, por considerarlos un mal ejemplo para los niños, protestó junto con otras actrices para revertir el decreto.

“Íbamos a actuar varias trasvestis en la plaza, y el alcalde nos cedió el lugar, pero prohibió que actuáramos las trasvesti, porque había niños delante. Nosotras hemos actuado para todo tipo de público, y sabemos adaptarnos a cualquier tipo de audiencia. Entonces sucedió algo muy positivo. Que fue que todos salimos a la calle, gay trasvesti, y familias enteras que nos ayudaron. Y entonces el alcalde tuvo que recular. Y eso es algo que me gusta mucho de mi país”, recuerda la artista.

Paradójicamente, sus presentaciones en países como Chile, suelen integrar al público infantil, "me consideran una especie de Xuxa alternativa", ha declarado, para explicar el fenómeno de la plural preferencia que ha logrado, internacionalmente.

“El público me elige a mí, yo no elijo al público, supongo que los temas que trato son temas bastante naifs, son los que me gusta tratar. Y de alguna forma sin pretenderlo soy una artista, por lo que he comprobado,l para todo tipo de público. Es verdad, que en Chile he tenido mucho público adolescente e incluso infantil, y en España también me mandan sus madres los videos a mi Twitter y a mis cuentas sociales con los niños que cantan mis canciones en el coche. Y la mamá los graba. Es bonito, es muy lindo. Siento un poco que es como una justicia, poética. Decir, bueno, los niños que son las personas con menos prejuicios que hay, más libres de mente, me eligen. Y eso es algo que me hace estar muy bien conmigo misma”.

“Hay que crear roles positivos, de conducta positiva, y eso también tiene mucho que ver la televisión. La ficción, las novelas, tienen que empezar a poner roles positivos de comportamiento para personas de otras razas, otras etnías y de otras formas de ver la vida. Otros tipos de familias, modelos también de comportamiento, sexualidades”, concluye.

ml

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