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Aurelio Casillas es un gran peso sobre su espalda. Ahora que "El Señor de los cielos" inicia su cuarta temporada Rafael Amaya recuerda varias cosas: que al principio no pensaban siquiera llegar a la segunda, lo difícil que fue sacar la primera, su viaje a Sinaloa para documentarse y los libros que leyó antes de convertirse en el capo de la droga —El Cártel, de Jesús Blancornelas, dice, es su favorito—.

Pero más allá de los libros, su propio pasado lo hizo comprenderlos de alguna manera. “Yo vendía botes, robaba los tapones de los coches y hacía un montón de cosas de adolescente, jugando, para juntar para mis tenis, para estar igual a los de la escuela porque el bullying existe desde hace mucho tiempo.

“Nadie conoce esa parte de mi vida, nadie sabe que yo tenía muchas carencias, que llegaba a mi casa a pie, era el hermano menor, cuando llegaba, la comida ya no estaba, agarraba las sobras y ahí cocinaba lo que podía. Lo que tenía que hacer era buscar la comida afuera, ahorita me ves muy catrín con mi sombrerito aquí sentado pero pues en realidad allá en el pueblo pues el barrio, es otra cosa”.

Todo tiene que ver con las circunstancias. Desde su punto de vista todo ser humano es bueno o malo dependiendo de éstas. Incluso ejemplificó diciendo que si alguien viera cómo asesinan a su familia y tuviera un cuchillo en mano, no dudaría en defenderse, en defenderlos, en convertirse, sin haberlo pensado, en asesino.

“Igual el narcotraficante. Yo no conozco la historia de cada uno de ellos, no las juzgo y no quiero juzgarlas porque mi vida también fue un poco difícil, uno no conoce las circunstancias de las personas, yo juzgo por lo que leo, por lo que sé, leí lo que leí de estos señores y dije:‘voy a hacer una interpretación justa y lógica, que merezca la pena’”.

Hoy se siente bendecido, dice, y halagado de estar en donde está. No importa que esté afónico después de 15 días de gira y de un vuelo que lo trajo a México para presentar esta nueva temporada que aún no tiene fecha de estreno en México pero que inició ayer en Telemundo (aquí acaba de terminar la tercera).

Incluso se enfrenta con las críticas hacia este tipo de contenidos relacionados con el narcotráfico.

“Si me van a criticar por decir la verdad, no me importa. Es mi responsabilidad como artista decirle al mundo lo que está pasando en mi país, yo analizo lo que pasa a mi alrededor y lo que veo todos los días en los periódicos, las revistas, en las noticias, en el radio. ¿Por qué yo no voy a contar un cuento de una historia que es para entretener?, estamos contando una ficción basada en una triste realidad que nos están contando los demás. Yo no escribí esos libros ni esas noticias”.

Cruce. Su personificación de Aurelio Casillas también aparecerá en Queen of the south, la versión de La Reina del Sur creada por USA Network y protagonizada por Alice Braga.

“Hice el crossover como personaje, no como actor, como actor lo han hecho un montón y qué bien, felicidades, pero como personaje nadie, entonces dije: ‘a ver, quieren a Aurelio Casillas, okey, yo voy con él’”.

El actor dijo no tener miedo de quedarse encasillado como Aurelio Casillas, a quien cuatro temporadas después define como un hombre que ha luchado solo, que ha sufrido bastante, con una vida que definitivamente él no quisiera. Afortunadamente él sí puede llegar a su casa, quitarse el personaje, jugar con sus perros, molestar a su hermana y seguir siendo Rafael Amaya.

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