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“Yo digo que sigo siendo igual de inmaduro que siempre”, ríe Alejandro González Iñárritu.

El director mexicano considera que, pese a su éxito, sigue aprendiendo poco a poco a madurar profesionalmente de la mano de cada uno de sus proyectos, a los que considera sus hijos.

En entrevista con EL UNIVERSAL habló sobre cómo expresa sus ideas para que sean comprendidas por otros, ya que hay que elegir las palabras adecuadas para hacerse de un lenguaje entendible y así dar instrucciones.

“El lenguaje está a la mano para todo el mundo, elegir la combinación de las palabras y la articulación para transmitir una idea lo más claro posible y compartir esa visión es uno de los grandes trabajos de los directores. También ayuda saber lo que no quieres, muchas veces es una guía para no perderte”.

Para él, uno de los factores más importantes que se pueden lograr en el cine es hacer una escena instintiva que se guíe mayormente por el silencio, por lo que este fue un reto más al que se afrontó en el filme The Revenant, que se estrena en las pantallas mexicanas el 28 de enero próximo.

“Llegas a la esencia que es poder contar historias o hacer sentir a la gente con imágenes, y es lo que me interesó de la película, que había tanto silencio que me daba la oportunidad de encontrar temas que no estás diciendo más lo que se percibe a través de estas sugerencias”, expresó.

Probable. Iñárritu considera que puede ser la revancha para Leonardo DiCaprio —quien protagoniza el filme junto a Tom Hardy— en cuanto a la obtención de un Oscar el año siguiente, pues para lograr una credibilidad tuvo que meterse en la piel de animales muertos, pararse descalzo en el hielo, meterse a ríos de agua helada, grabar bajo condiciones de frío extremo y comer hígado de bisonte.

“Sí (puede ganarlo) —contesta hermético y entre risas—. Hizo un papel muy impresionante y con muy pocos precedentes porque la cantidad de emociones que él transmite sin palabras sólo con sus ojos como herramienta y su lenguaje corporal es extremadamente difícil y más en esas condiciones. Logró algo que es muy poco probable, pero el trabajo de un cineasta es hacer probable lo improbable y creo que lo logramos”.

Fueron cinco años los que el también director de Birdman, ganador de cuatro Oscar, tuvo para planificar el proyecto que lo convierte nuevamente en una apuesta fuerte para llevarse los mayores galardones de la industria.

“Tuve tiempo para asimilarlo, prepararlo y hubo meses de ensayo en donde cada elemento en la medida de lo posible estaba preparado en coreografías y en tener una precisión enorme en los movimientos de cámara para poder filmarlo en muy poco tiempo, con la luz precisa (luz natural) y en una sola ocasión. Estábamos listos para que, en caso de cualquier eventualidad, pudiésemos sacarlo adelante”, dijo.

The Revenant se salió de su presupuesto inicial al ser filmada en Canadá y Argentina; basada en una historia real, retrata los días en el siglo XIX que el cazador Hugh Glass se recupera del ataque de un oso y, al ser abandonado herido tras el asesinato de su hijo mestizo por parte de uno de los integrantes de su grupo, buscará venganza.

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