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cesar.huerta@eluniversal.com.mx
En 1986, Evangelina Peláez estudió inglés y apartó dos meses de su vida para protagonizar una película, pero al final ya casi con contrato en mano, fue desechada por no ser alguien en el cine.
La cinta era Gaby: una historia verdadera, bajo la dirección del mexicano Luis Mandoki, pero producida por una mujer estadounidense quien se decantó por la argentina Norma Aleandro.
“Me dijeron: no lo vas a poder hacer, porque no eres nadie y ni modo, así fue”, recuerda la actriz con 45 años de experiencia.
Pasaron casi tres décadas para que otra oportunidad se le presentara a la también participante en la cinta Hombre en llamas y la telenovela Yo no creo en los hombres.
Un día le llamó la cineasta Lucía Carreras (Nos vemos papá) para integrarse a Tamara y la Catarina, película ahora en rodaje.
En ella interpreta a Doña Meche, una anciana solitaria, quien entabla relación con Tamara (Ángeles Cruz), una cuarentona que padece retraso mental y que un día se lleva a un bebé de un puesto de revistas, cuya ubicación no recuerda.
Cercano a la realidad. El guión es responsabilidad de Carreras, basado en hechos reales y cercanos a ella desde hace 15 años.
“No es darle voz a ese tipo de personas, sale mucho de mis fuentes de inspiración cercanas sin ser biográficas, está basada en la hija de la señora que me ayuda en la limpieza de la casa y que tiene un retraso mental similar y un bebé, imágenes que me parecen dolorosas.
“Y cuando esto está envuelto en un universo de pobreza, es peor, es mi necesidad de hablar de la mujer en condiciones distintas y sobre la vejez, el abandono”, señala Carreras durante un receso de filmación en foro.
Para la historia se ha construido la casa de Doña Meche en un espacio de 40 metros cuadrados; son dos piezas básicamente las que se ven, cocina y recámara.
Pero también tendrán exteriores de aquí hasta mediados de octubre, cuando concluyan los trabajos.
Cruz, quien da vida a la joven con retraso, se encuentra en el proyecto desde hace tres años, revisando que el personaje no fuera a caer en una caricaturización y maltrato.
“El personaje tiene todos los riesgos posibles, así que estuve trabajando desde el guión, investigué cuestiones médicas, tengo gente cercana a estos problemas y trabajé de la mano de Lucía (la directora) para definir el personaje qué haría y qué no”, expresa.
Finalmente, interviene la cineasta, Tamara y la Catarina tiene características de tragicomedia.
“Hay momentos cómicos, pero por situaciones, estamos cuidando al personaje con todo”, subraya.
Sandra Paredes, productora del proyecto valuado en 24 millones de pesos, expresa que la idea es mandarlo primeramente a festivales.
Harold Torres y Gustavo Sánchez Parra completan el elenco.
“Ya tiene asegurado estreno en España (vía Teysa Media Ficció) porque el co productor es socio de una cadena de cines y no descartamos sea estreno simultáneo”, destaca Paredes.
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