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Santiago.— El cineasta mexicano Alejandro Gónzález Iñárritu admitió a la revista The Hollywood Reporter que el rodaje de su última película, The Revenant, ha sido difícil, pero negó que los integrantes del reparto encabezado por Leonardo DiCaprio hayan sufrido daños físicos, como habían informado algunos medios norteamericanos.

“No tengo nada que ocultar”, aseguró el realizador. “Hubo problemas, pero ninguno de ellos me avergüenza”, dijo el ganador del Oscar por Birdman.

La prensa estadounidense había dicho que tanto el reparto como el equipo de producción estaba pasándolo mal debido a que el rodaje se extendió por más de siete meses en Canadá.

The Revenant sigue la verdadera historia del explorador Hugh Glass (DiCaprio), quien es atacado por un oso y abandonado por su grupo de cazadores al creerlo muerto.

La prensa había dicho que el cineasta había maltratado a un joven actor durante el registro de una escena desnudo en medio de la nieve. El realizador lo descartó. “Le pregunté muchas veces ‘¿Estás bien?’ Fui súper considerado, porque es un tipo de 22 años muy agradable”. Y cada vez que lo hizo, él le dijo que estaba en condiciones de seguir, indicó González Iñárritu.

También se dijo que no quiso grabar con ayuda de paisajes virtuales para abaratar costos (la producción se realiza con 90 millones de dólares).

“Eso es exactamente lo que no queríamos”, dijo. “Si hubiésemos grabado con una pantalla verde, con café y todos pasándolo bien, todos estarían contentos, pero la película terminaría siendo una mierda”.

“Todos estaban congelados, el equipo dañado, trasladar las cámaras de un lugar a otro era una pesadilla”, añadió González Iñárritu, pero aseguró que nadie resultó herido.

“Cuando veas la película, verás su escala, y allí dirás ‘wow’” concluyó en plática con The Hollywood Reporter.

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