La mañana del viernes, ante la prensa en un discurso transmitido en cadena nacional, el presidente Trump declaró y posteriormente firmó un decreto de “Emergencia Nacional” por la supuesta amenaza a la seguridad de los estadounidenses en su territorio desde la frontera sur, después de que durante meses argumentó la existencia de una falsa crisis nacional que sólo la construcción de muros detendría. Había llevado al cierre parcial de las actividades del gobierno federal durante 35 días, la más larga de la historia, por no haber obtenido el financiamiento del muro solicitado al Congreso. Enfurecido por el acuerdo bipartidario del presupuesto que asignó 1.35 mil millones de dólares para avanzar en la construcción del muro en la frontera con México, en vez de los 6 mil millones que había solicitado, chocó con el Congreso. Aunque el acuerdo bipartidario del presupuesto fue un logro de ambas Cámaras, acordado entre demócratas y republicanos.

Para Trump que hizo de la construcción del muro un compromiso electoral, que argumentó durante meses una crisis inexistente en la frontera, que movilizó militares a la frontera convertidos en auxiliares de la Patrulla Fronteriza, que creó un drama humanitario que no termina para cientos o miles con la separación de niños de sus padres. La decisión del Congreso fue una derrota que lo acorraló y lo dejó sin salida ni negociación, el presupuesto había sido aprobado por ambas cámaras. En EU, de acuerdo con la Constitución, es el Congreso el que define el presupuesto y asigna los gastos a realizarse. A pesar de lo cual el presidente el viernes declaró y firmó el decreto de Emergencia Nacional para obtener los recursos destinados a la construcción del muro en la frontera con México que, según dijo, salvaría a Estados Unidos de la amenaza que representa la inmigración, las drogas que matan a 70,000 estadounidenses al año, la violencia, la llegada de criminales, la trata de personas, especialmente mujeres en la frontera (evitó decir con México) para la seguridad nacional. Evitó hablar sobre el drama de miles de familias.

El discurso pronunciado en el Jardín de las Rosas de la Casa Blanca, para justificar la declaración de “Estado de Emergencia”, fue demasiado lejos. Dijo que se trata de una “invasión” desde la frontera sur, de drogas y criminales que ponen en peligro la seguridad de los estadounidenses. Falso, la realidad es que la inmensa mayoría de los inmigrantes que han llegado a EU en los últimos meses provenientes de países centroamericanos son familias solicitantes de asilo. Habló de la urgencia de abordar una crisis inexistente. Según información del mismo gobierno, la mayor parte de la droga ingresa desde puertos, los inmigrantes no son una amenaza, ni son quienes comenten mas delitos, que son los estadounidenses. Ciudades como El Paso y Juárez son urbes hermanas con grandes intercambios, culturales, lingüísticos, comerciales, económicos, familiares, sociales, recreacionales… que trabajan en armonía. Por cierto que el muro construido hace años no hizo a El Paso, Texas, una de las ciudades más seguras en EU, por el contrario creó algunos problemas que luego se resolvieron.

Al abordar la supuesta crisis, explicó cómo la “Emergencia Nacional” le permitirá reasignar recursos presupuestales, lo que constitucionalmente corresponde al Congreso. Sin embargo, el Ejecutivo, dijo, redistribuirá partidas destinadas al Departamento del Tesoro por 600 millones de dólares y al Pentágono destinadas para construcción militar por 3.5 mil millones de dólares, y para prevención de drogas por 2.5 mil millones de dólares. Se autootorga una facultad de la que carece el Ejecutivo.

En un gesto propio del terreno de lo absurdo, Trump agradeció al presidente de México la ayuda para lidiar con las caravanas. No. México ha desarrollado una política independiente al dar entrada al país a quienes así lo solicitan y extenderles una visa de visitantes que les permite incluso poder trabajar aquí. México no ha aceptado la expulsión a territorio nacional de los inmigrantes solicitantes de asilo hasta que su asunto se resuelva en EU. Se pretende imponernos una política unilateral.

¿Cuáles serán las consecuencias de la mayor violación de normas constitucionales en EU? ¿De una Emergencia Nacional sin fundamento? La Emergencia Nacional fue declarada por George Bush el 11/S de 2001, o en 1979 en la crisis con Irán y por lo rehenes estadounidenses. De ese tamaño es la diferencia. El camino no será sencillo: por lo pronto se espera el rechazo de la declaración de Emergencia Nacional por parte de las cortes en distintos estados. Habrá demandas de gobernadores, el de California, Gavin Newsom, afirmó ya que demandará a Trump. Lo harán otros. Al final llegará el caso a la Suprema Corte, lo que reconoce el presidente aunque dice que ahí ganará. Decirlo es un grave error político en su contra.

EU vive una grave crisis constitucional, posiblemente la mayor. Respecto a la Emergencia Nacional, Trump reconoce su error, con sus propias palabras que “No necesitaba hacer esto”. Y afirma que le permitirá avanzar más rápido. Choca con el Congreso, que se le salió de control después del triunfo demócrata y obtiene cierto descontento republicano y la posibilidad de acuerdos bipartidarios por fuera del control del Ejecutivo. Tiene el rechazo de la mayoría de la población. Según una encuesta dos terceras partes está en contra de la construcción de muros en la frontera. Tendrá que enfrentar a las cortes y las demandas de organizaciones que apoyan a migrantes. Todo para cumplir una promesa de campaña y construir 23 millas de barrera en la frontera.

Periodista, analista internacional

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