Bahamas.— En esta ocasión, el éxito de Tiger Woods en el campo de golf no se medirá por el marcador que aparezca en su tarjeta.

Él mismo aclaró ayer en qué consiste su triunfo, en tres palabras: “Volveré a jugar”.

Hubo momentos en que lo dudó, durante los 15 meses en los que se ha ausentado de este deporte. Woods relató que el año pasado, cuando estuvo en el torneo Hero World Challenge, necesitaba ayuda tan sólo para salir de la cama. Y durante una fiesta en el Albany Golf Club, apenas podía ponerse de pie para conversar por unos minutos con la gente, antes de sentarse de nuevo.

Pasó más tiempo mirando hacia atrás que haciendo planes. En un momento, advirtió que ningún otro logro que alcanzara en el golf llegaría fácilmente. Ahora está ansioso por jugar el torneo, a partir de mañana.

La pausa de 15 meses para aliviarse de sus cirugías de espalda es la más larga que se ha tomado Woods. Al hablar de su retorno, el astro mostró optimismo y realismo.

Tiger mencionó que cuenta con los golpes que requiere para competir contra 17 golfistas ubicados entre los 40 mejores.

Woods, el anfitrión del torneo, está en el puesto 898 del ranking, la peor ubicación en su carrera.

Pero está jugando, y por lo tanto quiere ganar.

Tiger consideró probable que el triunfador en esta ocasión requiera un acumulado semejante.

“Sé que es una gran exigencia en vista de que he estado tanto tiempo fuera de este deporte y de que he hecho tantos cambios en mi juego”, indicó. “El aspecto físico, el equipamiento, los calendarios de las prácticas, el entrenamiento, todo ha evolucionado. Pero no ha cambiado la mentalidad de competir. Hay que salir y hacer un intento por vencer a estos chicos”. 

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