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Río de Janeiro.— Estuvo tan cerca que dolió. Aún con dos medallas olímpicas en su trayectoria y nada que demostrar, Paola Espinosa se despidió triste de los Juegos de Río de Janeiro, después de arañar el bronce en la prueba de plataforma individual.

“Estoy satisfecha con el cuarto lugar, porque hice una buena competencia, pero me hubiera gustado más. Me quedé muy cerca del bronce y tengo un poco de coraje que no puedo guardar. El último salto lo hice mejor que la otra clavadista y nos dieron las mismas calificaciones, eso no me gustó. Pero bueno, así es el deporte y no pasa nada, simplemente por el momento me siento muy triste” dijo la clavadista con voz entrecortada.

—¿Te afectó el jueceo?

—No lo sé, esas cosas pasan siempre. Me siento mal porque en serio no saben cuánto trabajo me costó estar aquí, cuántas lesiones, ocho horas diarias de trabajo y la excelente labor de mi preparador físico Pedro Gato y mi entrenadora Ma Jin.

Espinosa sumó 377.10 puntos, por 389.20 de la canadiense Meaghan Benfeito, quien se llevó el bronce. El oro fue para la china Ren Qian (439.25) y la plata para Si Yajie (419.40), del mismo país.

La seleccionada mexicana fue de menos a más en la prueba. Y es que Paola estuvo cerca de quedar fuera de las semifinales de la especialidad tras un mal clavado y apenas logró colarse a la final en el sitio 12, situación que puso oscuro el panorama para Espinosa.

Ya en competencia en el Centro Acuático Maria Lenk, la tricolor inició en el sitio 11, pero escaló puestos conforme avanzaba la prueba. A partir del tercero de seis saltos, la oriunda de Baja California se metió de lleno a la disputa por las medallas con buenas ejecuciones, que no fueron suficientes para concretar el sueño de un tercer podio olímpico. Se le escapó el metal.

“Es muy complicado este momento para mí, porque de verdad de mis cuatro Juegos, en estos es cuando me sentía mejor física y mentalmente”.

—¿Qué le ha hecho falta a los deportistas mexicanos?

—Creo que en algún momento la mente tiene que ser mucho más fuerte que lo que se ha entrenado para que las cosas salgan bien. A lo mejor a muchos les falta experiencia o esa mente más fuerte para poder alcanzar sus metas.

En las tribunas Paola estuvo apoyada todo el tiempo por su madre doña Josefina, quien aplaudió cada buen clavado de su hija.

“Estuve muy tranquila, disfruté salto con salto, porque la sensación de entrar al agua y saber que lo hiciste bien es
increíble. Ese clavado de tres y media vueltas holandés que ya nadie en el mundo hace más que yo, lo concreté bien y fue genial”.

Finalmente Espinosa agradeció todo el respaldo recibido durante los últimos cuatro años.

“Todo ha valido la pena hasta el día de hoy, porque me pude subir a la plataforma y pelear contra las mejores del mundo. Mi proceso de preparación estuvo bien planeado, la verdad sí me voy un poco desencantada porque pude conseguir esa medalla ahora que me sentía mejor que nunca. Disfruté mucho el camino rumbo a mis cuartos Juegos porque todo lo que tenía que hacer lo hice, no me salté ningún entrenamiento, ningún clavado, nada, todo se hizo conforme a lo planeado”.

—¿Qué viene para ti?

—Voy a platicar con mi entrenadora para ver opciones, descansar, comer bien y después pensaré en mi futuro.

La mejor clavadista mexicana de la última década deja Brasil con un sexto lugar en la plataforma sincronizada con Alejandra Orozco y el cuarto lugar en la modalidad individual; se va con la satisfacción de darlo todo en la fosa, a pesar de los obstáculos.

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