Teruel.— El último festejo de la feria de Teruel se tornó en luto en su ecuador tras la fatídica muerte del joven torero Víctor Barrio, cogido dramáticamente por el tercer toro de la ganadería de Los Maños, que le metió el pitón por el costado derecho, le alcanzó el corazón y le provocó la muerte casi en el acto.

El espada segoviano, de 29 años de edad, estaba inmerso en la faena de muleta a ese primer toro de su lote, cuando el animal, de nombre “Lorenzo”, se le vino al cuerpo, le derribó y, una vez en el suelo, volvió a hacerse por él metiéndole el pitón por debajo de la axila derecha y apretando su cuerpo contra la arena.

Inmediatamente fue conducido a la enfermería de la plaza, donde, según fuentes presenciales, entró con la mirada perdida y prácticamente sin vida. Los galenos no pudieron nada más que certificar su defunción pocos minutos después.

La noticia corrió como la pólvora; los tendidos, sobrecogidos, no daban crédito a lo que trascendía desde el callejón de la plaza de Teruel, donde abundaron las lágrimas y los abrazos entre los miembros de la cuadrilla del joven Barrio y los demás compañeros de luces que allí estaban junto a él.

Tanto trascendió el triste suceso que el director de lidia, Curro Díaz, quien se había hecho cargo del toro que mató a Barrio, se encontraba en ese momento en la faena al cuarto toro, hizo un gesto a la presidencia para que finalmente se suspendiera el festejo.

Después de la suspensión, tanto Díaz como el torero Morenito de Aranda pasaron momentos en la enfermería, junto a las cuadrillas, para dar su último adiós al cuerpo sin vida de su compañero, tras lo que volvieron a salir entre lágrimas y sollozos; la tragedia se había vuelto a adueñar de una plaza de toros española después de 25 años.

Google News

Noticias según tus intereses