Conor McGregor pasó de espaldas buena parte de los dos primeros episodios mientras Chad Mendes le lanzaba codazos a la cabeza, pero sus seguidores irlandeses no dejaban de gritar.

Durante su meteórico ascenso en la UFC, McGregor ha mostrado una imagen de confianza en sí mismo que convence casi a cualquiera de que es invencible, aunque durante nueve minutos y medio ocurriera lo contrario.

El sábado por la noche, McGregor ganó el título pluma interino de la UFC 189 venciendo a Mendes cuando quedaban tres segundos en el segundo asalto.

El irlandés pasó apuros para liberarse de las tácticas de su rival, consistentes en abrazos y presión en la lona pero finalizó la pelea con una relampagueante combinación tras un intento fallido de Mendes de someterlo.

Un izquierdazo envió a Mendes a la lona y McGregor siguió golpeando hasta que la pelea se detuvo para iniciar su celebración en la jaula.

McGregor se arrodilló y rompió en llanto con una bandera irlandesa en las manos mientras la multitud que seguía las acciones de pie en la Arena MGM lo ovacionaba. El locuaz explomero de Dublín hizo buenas las promesas de coronarse.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses