Mönchengladbach.— El Barcelona logró un sufrido triunfo 2-1 en el campo del Borussia Mönchengladbach en la segunda jornada de la Liga de Campeones, gracias a una precisa reacción en la segunda parte tras mostrar desatenciones en la primera.

Thorgan Hazard adelantó a los locales en la primera mitad y el Barcelona volteó el marcador en la segunda con los tantos de Arda Turan y Gerard Piqué, goles que dejaron al equipo azulgrana como líder en solitario del Grupo C con seis puntos, dos más que el Manchester City.

La primera parte fue muy abierta y al Barcelona le faltó control en el centro del campo. Tanto ofensivo como defensivo. Y eso que cambió su esquema a un 4-4-2 al situar a Neymar por detrás de la pareja de puntas, compuesta en esta ocasión por Luis Suárez y Paco Alcácer.

El conjunto alemán no apostó por el repliegue intensivo y sus marcas tampoco fueron demasiado férreas. Así, el Barcelona tuvo claras oportunidades con un disparo de Neymar y dos ocasiones de Suárez. El equipo español lo vio tan fácil que hasta pareció relajarse en exceso.

El Borussia Mönchengladbach demostró tener muy estudiado cómo hacer daño al Barcelona con los contraataques. El brasileño Raffael realizó movimientos indescifrables para los defensores azulgranas y siempre encontró ayuda por las bandas. No sorprendió que Javier Mascherano fuera el mejor jugador visitante en la primera parte.

El equipo alemán se fue al descanso con ventaja, gracias a una transición rápida que inició un error de Sergio Busquets, quien perdió un balón en zona prohibida. El belga Thorgan Hazard culminó el gran contraataque ante el delirio de la hinchada local.

El Barcelona reaccionó en la segunda parte. Primero, desde el banquillo. Luis Enrique entendió dónde estaba el problema y fortaleció el centro del campo con las entradas de Rafinha y Arda Turan.

El empate llegó a los 65 minutos, con una asistencia de Neymar para que Arda Turan marcara con un potente disparo. Para entonces, el duelo se jugaba ya sólo en campo alemán. El Borussia Mönchengladbach había perdido por lesión a Raffael y con ello se evaporaron sus opciones de tirar contraataques.

El Barcelona culminó la remontada a los 73 minutos, en una jugada de estrategia que contó con la colaboración del arquero local Yan Sommer, quien no supo atajar y dejó el balón franco para que Piqué marcara a placer.

Ahí se acabó la incertidumbre porque el Barcelona siguió controlando el balón y su rival se mostró muy inofensivo en sus tímidos intentos de empatar. Así salvó el campeón español un enredo en el que se metió por sus desatenciones en la primera mitad.

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