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TOLUCA.— Justo antes de marcharse al camerino, Tomás Boy obsequió una más de esas estampas que lo hacen único y polémico. El ‘Jefe’ realizó una nueva exhibición de su ya popular baile, porque La Máquina no sólo se fue viva del averno... Halló ese trébol de cuatro hojas que tanto ha buscado.

Y lo mejor es que lo hizo dos veces. La fortuna ha vuelto a sonreírle a un equipo recientemente ligado a la calamidad. Quedó claro con la carambola de resultados durante la penúltima fecha del Clausura 2016 y las peculiares situaciones que se dieron sobre el césped del Nemesio Díez, ese en el que el Cruz Azul obtuvo un triunfo (0-2) que lo regresó a la Liguilla y le otorgó la certeza de que sólo depende de sí mismo para fulminar la racha de tres torneos fase final.

Todo estuvo de su lado. Bastaron 58 segundos para comprobarlo. Alfredo Talavera fue el primer jugador del Toluca que tocó la pelota después del silbatazo inicial. Lo hizo para sacarlo de su portería.

La cadena de 21 toques celestes con la que inició el partido fue coronada por un intento de servicio al área que realizó Joao Rojas. Cuando el ecuatoriano levantó la cara, el esférico ya había hecho la extraña parábola que congeló al meta de la Selección Mexicana. Primer fantasma exorcizado: la racha sin gol de los celestes en ‘La Bombonera’ finalizó en 200 minutos.
Fue de una manera tan inesperada que el propio autor no supo cómo festejar. Al ‘Jefe’ también lo tomó desprevenido, apenas se acomodaba en su banca.

De la que no tardó demasiado en salir, porque al Cruz Azul le sirvió de poco imponerse en la trinchera y tener la pelota el 53% del tiempo. El travesaño y el propio arquero escarlata mantenían en suspenso un duelo con aroma a ‘Fiesta’.

Todos los miedos del estratega visitante se confirmaron con aquella polémica acción en la que el árbitro Francisco Chacón marcó penalti por un supuesto empujón de Ariel Rojas sobre el juvenil Ernesto Vega. Los corazones con sangre azul se detuvieron. El empate servía de poco.

Fue entonces que José de Jesús Corona encontró el segundo trébol de cuatro hojas. Ante la desazón de José Cardozo, el goleador argentino Enrique Triverio malogró el cobro a un costado del poste derecho del marco cementero (69’).
“Nos favoreció todo”, reconoció el defensa central Julio César Domínguez. “En el penalti, puedes anotar o fallar, pero creo que eso nos favoreció también y después metimos el segundo [gol]”.

Ese que provocó otro baile de Boy. Aldo Leao Ramírez hurtó una pelota en pleno despliegue del Toluca y la filtró hacia Jorge Benítez, quien ofreció una cátedra de definición. Sutil toque con la parte externa del pie derecho para que el masoquismo terminara (80’). La racha de cuatro partidos sin victoria en el actual torneo (un empate y tres derrotas) fue hecha añicos. También la media docena de juegos sin caer, dentro del certamen local, de los Diablos Rojos (tres éxitos y tres igualadas).

“Hay muchas circunstancias que engloban a un partido de futbol y hoy [ayer] afortunadamente estuvieron de nuestro lado”, admitió el contención Gerardo Torrado. “Eso hay que aprovecharlo. Luego, el equipo mete otro gol y acaba mucho más tranquilo”.

Tanto, que su ‘Jefe’ regaló otra de esas imágenes que difícilmente serán olvidadas. Es cierto, La Máquina se impuso a Belcebú en el mismísimo ‘Infierno’, aunque le falta pasar una prueba más para cumplir el objetivo de estar en la Liguilla: los campeones Tigres.

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