Monterrey.— El mensaje es muy claro, Dorados de Sinaloa está cerca de regresar a la Liga de Ascenso. Contra Monterrey, derrota de 3-0, ligaron su quinta derrota consecutiva y sumaron 450 minutos sin anotar gol.

El problema no son los jugadores, el problema no fue el técnico, ni el que se fue (Luis Fernando Suárez) y mucho menos el que llegó (José Guadalupe Cruz), el problema fue quien armó un equipo lleno de veteranos, a los cuales les sobra corazón, pero les faltan piernas. Lo que alcance a hacer el ‘Profe’ Cruz, tendrá mucho que ver con lo que dejen de hacer Morelia y Guadalajara, sus principales objetivos en su misión de salvarse, porque si estos dos equipos no se caen, el descenso será más que automático. Hoy Dorados, está condenado.

Monterrey, que lleva tres juegos ganados en su estadio, donde no ha recibido gol, fue concluyente de inicio a fin, al marcar los goles en el momentos justos, para evitar cualquier intento de reacción sinaloense y mostrar que el trabajo de Antonio Mohamed está dando frutos... por ahora.

El primer tanto fue un clásico de Edwin Cardona, un tiro de larga distancia que venció al portero Frausto. El segundo fue obra de Rogelio Funes Mori, quien como buen delantero estuvo en el lugar y el momento adecuado, para sólo empujar la pelota.

Sinaloa intentó meter las manos, el llamado ‘Gran Pez’ mostró mejoría con el cambio de entrenador, pero no la suficiente como para competirle a un cuadro avocado a pelear por el título.

Mohamed se dio tiempo para revivir figuras y le dio entrada a un símbolo rayado, Aldo de Nigris. El veterano delantero, heredero de las glorias de su hermano Toño (qepd) entró al campo a recordar los viejos tiempos y a pase de otro ‘revivido’: Cándido Ramírez, recién llamado a la Selección Nacional sin haber sumado minutos en la Liga, marcó el tercero, el que finiquitó el marcador.

Monterrey llegó a doce puntos, colocándose en lo más alto de la tabla a la espera de lo que haga hoy Pachuca. Dorados, sigue sin sumar.

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