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Sin tiempo para hacer comerciales, sólo para trabajar en la cancha. Arrepentido de lo que dijo en el pasado, incluyendo lo de ser “barrendero” antes que técnico del Tri, lo de llamar a los juegos amistosos “partidos moleros”, y dispuesto a pagar un poco “de todo lo que el futbol mexicano me ha dado”, Ricardo Ferretti fue presentado como nuevo técnico de la Selección Nacional.

Sólo por cuatro partidos y sin cobrar un solo peso, precisó, tal como lo adelantó EL UNIVERSAL.

Un ‘Tuca’ sonriente aguantó más de 50 minutos de preguntas y se comprometió en lograr el objetivo a corto plazo: “El pase a la Confederaciones”, para después regresar a sus Tigres, con los que tiene tres años más de contrato.

Ferretti fue presentado por Decio de María, presidente de la FMF, quien recalcó que el compromiso es sólo “por cuatro juegos” y que para noviembre, para los dos encuentros de eliminatoria mundialista ya habrá estratega fijo, el cual se sigue buscando.

“Lo deportivo no está peleado con lo comercial”, dijo el ‘Tuca’, pero al mismo tiempo marcó su distancia de cualquier intento de explotar su imagen, como se hizo durante la era de Miguel Herrera. “Pues creo que no habrá tanto tiempo para aparecer en comerciales. Es que tengo más tarea que hacer en el pastito, que en otra cosa”.

La tarea será formar una Selección que le gane a Estados Unidos en ese juego de repechaje a celebrarse en octubre en el Rose Bowl de Pasadena.

“Vengo con toda la ilusión y el compromiso para hacer las cosas lo mejor posible. Es un gran orgullo y satisfacción estar aquí y obtener el objetivo final, que es buscar el boleto a la Copa Confederaciones”, refrendó.

Para eso formará una Selección que tendrá como base “a los dos equipos que se formaron para la Copa América y Copa de Oro. De ahí partiremos para estos dos juegos [contra Trinidad y Tobago y Argentina]”.

La lista se dará a conocer el jueves. Después de los amistosos de septiembre, el brasileño se tomará tiempo para armar “el mejor cuadro contra Estados Unidos”.

En dicho listado abrió la posibilidad de llamar a naturalizados. “¿Por qué no?”, cuestionó. “Son también mexicanos. La Selección Nacional no está cerrada para nadie”.

Sin embargo, la excepción parece ser Alan Pulido, el ex Tigre que se fue a “la aventura” griega. Un seco “¡No!” fue la contestación de Ferretti cuando se le preguntó si llamaría al rebelde jugador. “No lo puedo llamar ahora, porque no está en la lista que mandó la Federación a Europa”, se escudó, sin que nadie aclarara por qué tal omisión.

Los que sí están son el resto de ‘europeos’ regularmente convocados. Todos, hasta los que no tienen minutos. Asunto que no parece importarle al entrenador. “Puede que no jueguen, pero entrenan allá y eso cuenta”.

Sobre sus famosos dichos, de que: “Prefería ser barrendero antes que técnico nacional”, o que no estaba de acuerdo con los partidos “moleros”, Ricardo rectificó. “Más pronto cae un hablador que un cojo”, aceptó. “En esta ocasión me tocó a mí”.

Parece que al ‘Tuca’ se le borró la memoria y hasta el humor se le mejoró. Bromeó, aceptó fotos, mantuvo la compostura durante toda la rueda de prensa y no se le salió ningún “Chin... madre”, o alguna otra maldición.

“¿Por qué me quedo sólo cuatro partidos? Porque no voy a dejar tirados a los Tigres. Además, ya estuve en la  Selección, ya viví un Mundial [el de Estados Unidos 1994] con el doctor Mejía Barón. Ahora mi ilusión es ayudar al futbol mexicano”.

Ferretti no alternará el trabajo entre Tigres y el Tri. “A partir del domingo soy el técnico de la Selección al 100 por ciento”, detalló. “A Tigres regresaré después del partido contra Panamá y la decisión de estar sólo por cuarto partidos la tomé yo”, acentuó.

Y así como el doctor Miguel Mejía Barón lo llevó de auxiliar durante su gestión, el ‘Tuca’ corresponderá, al integrarlo como su principal consejero. El resto del cuerpo técnico será formado por Marco Antonio ‘Chima’ Ruiz, Ariel González como preparador físico, José Abdón Calderón, entrenador de porteros, y el doctor José Luis Serrano, célebre por los casos de dopaje en la Selección como el de Salvador Carmona y Aarón Galindo, en 2005.

Así que a la Selección llegó un nuevo ‘Tuca’: accesible, paciente, sin tiempo para hacer comerciales y con memoria de corto plazo.

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