Filadelfia.— Última etapa de un viaje que no ha sido del todo alegre. Y es que, a pesar de estar en la gran final de la Copa de Oro 2015, la cual disputará el domingo ante Jamaica, la Selección Nacional Mexicana llegó con caras largas de sus jugadores a Filadelfia.

Cansancio y hartazgo por todo lo vivido el miércoles en el Georgia Dome se refleja en el rostro del equipo nacional y para acabarla hay dos jugadores que llegan con golpes: el capitán Andrés Guardado y Jonathan dos Santos.

Guardado trae un golpe en la pantorrila izquierda, producto de una fuerte entrada del defensa Harold Cummings, mientras que Jonathan se ha resentido del muslo derecho.

Se espera que no haya problemas de ambos para jugar la final. En todo caso, el ‘Gallito’ José Juan Vázquez está listo para entrar al quite y hacer más movimientos.

La Selección llegó incompleta a la ciudad que Rocky hizo inmortal. Javier Hernández, el ‘Chicharito’, dejó al grupo y fue a reportarse con el Manchester United inglés, equipo al que parece regresará para el próximo torneo. Quien sigue con el grupo es Héctor Moreno, y después se reportará con el Espanyol.

Han arribado algunos familiares de los seleccionados mexicanos, como los padres de Diego Reyes.

El Tri no practicó en Atlanta, se tomaron un día de descanso después del esfuerzo que fue jugar 120 minutos ante los panameños. Será hasta hoy cuando Miguel Herrera comience a armar el cuadro que competirá ante los jamaiquinos. Todo hace pensar que, de entrada, Jesús Manuel Corona lleva ventaja para acompañar a Oribe Peralta en el ataque del Tri, siempre y cuando Giovani dos Santos no se alcance a recuperar y en la media cancha Carlos Esquivel puede entrar en lugar de Héctor Herrera, quien acusa severa baja de juego.

Poca gente ha venido a recibir al Tri, sólo dos o tres aficionados llegaron al hotel donde se concentró la Selección. Ninguno tuvo suerte de que algún jugador se acercara a firmarle su playera.

Este viernes, la Selección comenzará sus trabajos de preparación para el juego contra los caribeños. Se entrenará en unas instalaciones cercanas al Lincoln Financial Field y el sábado se realizará la conferencia de prensa en la que el técnico y un jugador hablarán ante los medios de comunicación.

Los boletos para la final están agotados. Sólo hace falta que se vivan los últimos minutos de una Copa de Oro que poco brilló.

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