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Artista del nocaut, pues acumuló 63 en 66 victorias, para un porcentaje casi perfecto del 90, Carlos Zárate no era especialmente fornido. De hecho, por su delgadez, le apodaban “Cañas”.

Sin embargo, sabía acomodar sus puños usando la fuerza de hombros y piernas para magnificar el efecto, además de que contaba con precisión de cirujano.

En entrevista, señala que Saúl “Canelo” Álvarez tiene más poder que técnica, pero le reconoce su categoría de ponchador.

“Saúl se basa en su golpe, no tiene en realidad mucho boxeo, aunque lo ha practicado mucho. Creo que de todas maneras es un buen peleador, el punch lo trae de naturaleza. Cualquier golpe es bueno cuando pega uno fuerte, con una u otra mano. En el caso del ‘Canelo’, no domina la técnica pero sí la fuerza”.

—¿Cuál es el nocaut que más recuerda del “Canelo”?

—Este último (ante Amir Khan). Hizo que la nuca del contrario pegara en la lona muy fuerte. Lo que sé del nuevo rival (Liam Smith) es que es muy bueno, tiene muchas facultades, pero no creo que logre salir adelante, pues se está buscando una pelea entre el “Canelo” y Golovkin, que es la que va a dejar los dividendos.

—¿Cuál era el secreto de usted para noquear?

—Gracias a la práctica pude consolidar mis golpes, es decir, asentarlos, a mover el cuerpo y utilizar esa fuerza, pues yo en realidad era un peleador delgado, no se esperaba que fuera a pegar tan fuerte. Sin embargo dominé la técnica. Me apoyaba bastante en las piernas y le daba duro, duro.

—A usted le tocó una pelea memorable ante Poncho Zamora, otro noqueador ¿qué tal pegaba?

—¡Durísimo, cómo no! Llevaba 20 peleas y 20 nocauts. Cuando uno se prepara bien es muy difícil que lo noqueen, porque su poder de aguante es superior. Creo que ese día no me noqueaban ni con un poste de luz.

—En cambio usted sí lo tiró.

—Sí, yo sí lo tiré, yo creo que me preparé mejor que él.

—Oiga pero en las esquinas también se armaron los trancazos.

—Sí, hubo muchos sucesos en esa pelea. Primero se subió un karateca a dar una demostración, pero lo bajaron los policías violentamente. Ya después que terminó la pelea, su papá (de Alfonso) se enojó bastante, se fue directamente a resolver esto con golpes con el “Cuyo” Hernández. Creo que ninguno de los dos sabía pelear, uno tiraba patadas y otro golpes pero al aire.

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