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El escritor japonés Haruki Murakami defendió en una entrevista con medios nipones, publicada este fin de semana, la importancia de no olvidar o alterar la memoria colectiva, según él, ingrediente esencial de la historia.
“La historia está construida a partir de la memoria colectiva, y está mal olvidarla o alterarla”, explicó Murakami (Kioto, 1949) en un encuentro con motivo de la publicación en Japón de su novela Matar al comendador.
Murakami defendió que a los revisionismos se les “debe plantar cara mediante la narración” y dijo que se siente turbado por la xenofobia que percibe en muchas partes del mundo y también en Japón, donde las tendencias revisionistas del partido gobernante y el primer ministro Shinzo Abe están siendo criticadas desde hace años.
El escritor habló del protagonista de la novela (un pintor de 36 años llamado Yo) y de cómo proyectó en él muchos de sus hábitos creativos. “No sé pintar cuadros, pero creo que la base de pintura y literatura es la misma, por lo que transferí (a la historia) mi manera de trabajar cuando escribo”, afirmó.
“Persigo los relatos cuando escribo, como Alicia persigue al conejo blanco. Si lo pierdo de vista, el conejo desaparecerá”, detalló el escritor sobre su oficio, que encara con la actitud “de un narrador de la prehistoria, de cuando vivíamos en las cavernas”.
El escritor también explicó que ha recuperado la narración en primera persona en Matar al comendador, un estilo con el que dice sentirse cómodo, y que, además de hablar de la sensación de pérdida, una constante en su obra, también ha querido tocar esta vez la idea de “volver a nacer”.
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