Como el hombre que practicó todos los géneros literarios, que poseía un don para dar vida a objetos, insectos y seres humanos, que conservó la picardía y una mirada llena de chispa sobre el mundo, con un espíritu juguetón que dio un sello de ironía e intensidad a su obra, fue recordado el escritor mexicano Guillermo Samperio (1948-2016) en el Palacio de Bellas Artes.

En la Sala Manuel M. Ponce del máximo recinto cultural del país, los escritores Silvia Molina, Hernán Lara Zavala y Felipe Garrido, rindieron homenaje a quien calificaron como uno de los mejores cuentistas de la literatura mexicana reciente.

En presencia de familia, amigos y lectores, los ponentes recordaron con cariño al autor que publicó más de 50 libros de cuento, novela, ensayo, literatura infantil, poesía y crónica, al tiempo que recordaron tanto su personalidad y reconocieron su trabajo literario.

Al tomar la palabra, la escritora Silvia Molina recordó a su amigo como un joven atractivo, guapetón y natural que usaba combinaciones extravagantes para la época, como tenis, corbatas de puntos brillantes y traje.

“A veces se dejaba la barba de candado, se ponía lentes redondos, su saco de pana, bata lisa y cambiaba de personalidad, resaltaba su fuerza de escritor, así como sus labios.

“Su mirada se volvía profunda, tuvo una sonrisa que contagiaba alegría, y unos ojos llenos de chispa y jubilo, cuando salía con sus clásicas puntadas, porque era irónico como pocos. Se le hacía un hoyito en los cachetes como niño rollizo y tenía en pelo negro y quebrado”, dijo.

Molina conoció a Samperio cuando ambos fueron jurado en un concurso de cuento, “eso nos acercó; después coincidimos en los encuentros que organizaban Marco Antonio Campos, Hernán Lara Zavala y Saúl Juárez, en Cuautla, Cuernavaca y Morelia”.

Indicó que Guillermo creció entre músicos y artistas, como su tío Luis, quien fue pintor, cantante y lector, gracias a quien Guillermo comenzó a leer, aunque deseaba ser músico como su padre.

“Le gustaba el sonido de la trompeta como el llamado del elefante, hasta que su padre se desesperó porque no avanzaba y le dio un golpe que casi le tira la dientes y ahí murió la trompeta”, agregó.

Molina destacó que la obra de Samperio, comenzó a sobresalir por los personajes y objetos que elegía y la forma en como los trataba, “por como tomaba su oficio, aunque no tuviera dinero para comer y pagar el departamento, esas problemáticas entraban en su escritura y trascendían la realidad”.

Destacó que el autor siempre mantuvo una escritura limpia, reflexionó sobre el universo, desentrañó la escritura, el lenguaje, la cultura, la creación, la historia y los artefactos.

“Los textos de Guillermo, nos enfrentan a la existencia, reflejan su curiosidad y nos invitan al juego de la vida y del arte”, aseguró Silvia Molina.

En su oportunidad, Hernán Lara Zavala se dijo sorprendido por la muerte de Samperio, a la que calificó de súbita. “Él me llamaba brody porque soy mayor que él y teníamos una especie de hermandad”, dijo.

Destacó que dos de los escritores más importantes de su generación fueron: José Agustín y Guillermo Samperio, ambos descendientes de músicos.

Consideró que el mejor homenaje que se puede hacer el autor de obras como Fuera del ring y Miedo ambiente, es leerlo una y otra vez, “porque vaya que era un gran escritor”.

A través de los años, Samperio dejó un complejo, inquietante y diverso mundo narrativo a través de su prolífica y original obra, indicó Lara Zavala.

“Samperio es el tipo de escritor que combina lo fantástico, prodigioso, imaginario, extraño y sobrenatural... un maestro consumado de la narración breve”, expresó.

Antes de iniciar el homenaje, Pastora Samperio, hermana del escritor, deleitó a los presentes con una canción en honor al escritor que falleció el pasado 14 de diciembre a los 68 años de edad.

nrv

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