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Go Further. The Power of dreams. Find New Roads. El 65% de las marcas de automóviles utilizan en España eslóganes en inglés cuando, hace una década, la presencia de otros idiomas en publicidad se limitaba a destacar elementos precisos, como el glamour de los perfumes franceses. Ante esta progresión indiscriminada del inglés, la Real Academia de la lengua (RAE), la Academia de la Publicidad (AP) y varios intelectuales han mostrado en los últimos días su creciente “desagrado”.

Un estudio presentado en la sede de la RAE abrió las hostilidades hace 10 días. Coordinado por la AP y la Universidad Complutense de Madrid, el informe analiza 150 mil anuncios en medios impresos y 80 mil emitidos en televisión a lo largo del año. La principal conclusión es que, en 12 años, el número de marcas que recurren al inglés se multiplicó por 10. Estas firmas suponen 20% de la inversión publicitaria en el país, y son responsables de 473 mil 488 impactos anuales sobre los espectadores, explicó Enrique Yarza, secretario general de la AP.

Por si fuera poca progresión, antes los anuncios en inglés se limitaban a los sectores de autos, belleza y moda; ahora, prácticamente ningún sector renuncia a una coletilla en inglés para hacer sus productos más cool.

Durante toda la semana ha resonado en España el eco de la polémica. Una campaña publicitaria en la que se hace mofa del uso del inglés como un recurso mediocre ha tenido gran difusión en las redes sociales. Se compone de dos anuncios firmados por la compañía Grey España para la RAE. El primero de ellos promociona unas gafas de sol con “blind effect” (efecto ciego). Los consumidores que se interesaban por ellas terminaban descubriendo que, efectivamente, las gafas eran completamente opacas y no se podía ver nada con ellas.

El video de la campaña se puede observar en: https://www.youtube.com/watch?v=O2_fnQO1Xjs

El segundo comercial, de la fragancia ficticia “Swine, by Rebecca Robinson” presentaba “el perfume cuyo nombre en inglés te dice que huele a cerdo, pero, como estaba en inglés, te olía a swine”.

Pero los anuncios no son el único ejemplo que se ha destacado estos días de una intrusión innecesaria del inglés en el mundo de la publicidad. Joaquín Lorente, influyente y multipremiado publicista, ha denunciado que resulta incluso más preocupante su colonización del ámbito profesional, acaparando tecnicismos y nombres de cargos. Se refiere a la proliferación de Ad sales directors, Managing directors of trading e Insights & Intelligence directors.

Álex Grijelmo, el exdirector de la agencia de noticias EFE, también ha analizado en prensa el retroceso del español, argumentando que los anglicismos revelan un complejo de inferioridad lingüística.

Ante este arrollador avance del inglés en la esfera pública, la RAE está tomando una postura cada vez más militante. La Academia se ha decidido a enfangarse y criticar elementos tan lejanos de su esfera habitual como la reciente decisión de la televisión pública (TVE) de presentar por primera vez una canción íntegramente en inglés (Say yay!) al popular festival musical de Eurovisión. El académico de la Lengua José María Merino declaró: “Teniendo en cuenta que el español es una lengua que hablan 500 millones de personas, presentarse con una canción en inglés es sorprendentemente estúpido”. El puesto 22 de 26 participantes en que finalizó el tema llenó de viento las velas de la RAE.

“No cabe duda de que el inglés es una de las grandes lenguas de comunicación y de cultura de nuestro mundo y que, en materia científica, numerosos anglicismos han completado el espacio lexicográfico del español. Sin embargo, también es cierto que en muchos ámbitos —la vida ordinaria, la tecnología, la publicidad...— se está produciendo una innecesaria y creciente invasión del inglés, tanto en términos crudos como en raros anglicismos, que en la mayoría de las ocasiones solo sirven como elemento de confusión y corrupción idiomática”, concluyó la academia.

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