Si la literatura en español no fue lo mismo tras Cervantes y El Quijote, lo mismo ocurrió con la poesía a partir de , el nicaragüense al que el dedica en San José un homenaje en el centenario de su muerte en una jornada en la que los poetas han tomado la palabra.

"La influencia de Rubén Darío fue fulminante tras la publicación de 'Azul', una llamada de arrebato a los poetas en español para que se esforzaran en rescatar la poesía del pozo oscuro en el que estaba", dijo hoy el director de la Real Academia Española (RAE), Darío Villanueva.

Pero no ha sido solo Rubén Darío el homenajeado en la segunda jornada oficial del Congreso, que ha dedicado también la sesión a Juan Ramón Jiménez, quien vivió sus últimos años en la isla, y a Pedro Salinas, que construyó uno de sus libros fundamentales mientras contemplaba el mar de San Juan.

Y al poeta puertorriqueño Luis Palés Matos, que unió a la herencia modernista de Rubén Darío su sensibilidad a las tradiciones de la poesía hispánica y la música afrocaribeña.

Rubén Darío fue el gran poeta panhispano, al que Juan Ramón Jiménez conoció de niño y sin el que este no es comprensible.

Y es que, explica el director de la RAE, Rubén Darío abanderó el fin del prosaísmo de la vieja poesía del XIX, para "encontrar el valor puro de las palabras y hacer una poesía llena de pureza y expresividad".

La aportación del nicaragüense es fundamental, pues rescató la creatividad del español como lengua poética después de su banalización en el XIX, a excepción de Bécquer y Rosalía de Castro, recordó Villanueva.

Y será en este congreso donde, con motivo del centenario, se presente el próximo viernes una edición conmemorativa de la obra de este poeta: "Rubén Darío: del símbolo a la realidad" (Alfaguara), de la RAE y la Asociación de Academias de Lengua Española.

Y qué mejor que un nicaragüense para hablar de Rubén Darío: ha sido Sergio Ramírez quien recordó en una ponencia en el Congreso cómo "entró a saco en las rigideces de una lengua exhausta".

"Su escritura es una aventura de búsqueda y renovación en la materia, en el vocabulario, en la métrica...Su labor no ha cesado y no cesará. Es el libertador", declaró Ramírez.

Para esta cita de la lengua española en San Juan se ha editado también, por Planeta, el libro "Isla destinada", de Juan Ramón Jiménez, poeta que escribió: "Yo sé que estoy unido a un destino de Puerto Rico, a un destino ineludible y verdadero. Yo he venido aquí sin duda porque presiento que esta isla es la isla destinada".

El profesor Javier Blasco reivindicó hoy la dimensión ideológicamente comprometida de Juan Ramón Jiménez, un poeta al que las vivencias en la guerra civil española hicieron "inclinar su escritura del lado de la ética".

"Su poesía se convierte en manantial de conciencia", recordó Blasco, quien consideró que no es posible entender la escritura de Juan Ramón Jiménez sin entender "su compromiso con la ética".

A Juan Ramón Jiménez y a su relación con Zenobia Camprubí dedicó su intervención el escritor español Álvaro Pombo: como hombre del XIX, el poeta era el héroe y ella, como mujer, la acompañante del héroe.

Pero sin Zenobia, aseguró Pombo, no habría escrito su obra Juan Ramón Jiménez.

Los poetas explicaron la relación de necesidad que existe entre la poesía y la lengua de la que nace porque, como sostiene el director de la RAE, la poesía es la quintaesencia de la creatividad lingüística.

rqm

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