Las librerías más importantes de Hong Kong están retirando de sus estanterías los títulos prohibidos por China tras la misteriosa desaparición en la ciudad de varios libreros críticos con el régimen comunista chino.

Una de ellas es la librería Page One, que cuenta con ocho tiendas en Hong Kong, y que eliminó de sus estanterías las publicaciones con material crítico hacia el régimen comunista después de la desaparición de cuatro libreros hace ahora dos meses.

Responsables de la empresa, que cuenta con sucursales en Singapur y China, retiraron de los estantes todos los libros políticamente sensibles a finales del pasado mes de noviembre señalando que no volverían a poner a la venta tomos prohibidos en la parte continental, publicó hoy el diario local South China Morning Post.

Los libros que recogen sórdidos detalles sobre el funcionamiento interno del Partido Comunista y la vida privada de los funcionarios del gobierno se encuentran, a menudo, entre los artículos más vendidos en las librerías hongkonesas, incluida Page One y Causeway Bay.

De esta última, especializada en libros sobre política china que están prohibidos en la parte continental pero no en Hong Kong, donde no pesa la misma censura que en el resto del país, se encuentran desaparecidos cinco de sus trabajadores, cuatro de ellos desde octubre.

La desaparición de un quinto editor, Lee Bo, de 65 años, también de la librería Causeway Books, el pasado 30 de diciembre, agravó la situación de los libreros, de los que se sospecha que pueden haber sido detenidos por las autoridades chinas.

La esposa de Bo dio un giro a la investigación cuando el lunes retiró la denuncia de desaparición alegando que su marido se puso en contacto con un amigo suyo.

Además, la agencia estatal taiwanesa Central News Agency publicó una carta supuestamente manuscrita por Bo, en la que escribe que fue a China "por su cuenta" y que actualmente está trabajando en una investigación que "puede llevar un tiempo", y que tuvo que manejar el asunto de manera "urgente" para evitar que desconocidos supieran de ello.

En ella asegura que está "muy bien" y que "todo transcurre con normalidad", por lo que pide a los trabajadores de Causeway Books que sigan llevando la librería de manera habitual.

No obstante, estas misteriosas desapariciones han despertado en Hong Kong el temor a que las autoridades chinas, que no tienen competencia para practicar detenciones en la excolonia británica, hayan utilizado agentes clandestinos para capturar a los cinco libreros y, de esta manera, violar la autonomía de Hong Kong, donde la libertad de expresión y la no censura están garantizadas por ley.

Los libros prohibidos tienen gran acogida por parte de la población china que aprovecha sus viajes a Hong Kong o a la vecina Taiwán para hacerse con estas publicaciones que pasan clandestinamente al país comunista.

Desde que Taiwán permitiera la visita individual de turistas chinos en 2011, la demanda por estos textos se habría multiplicado por cinco, según estimaciones de los libreros taiwaneses.

Su publicación ha reportado suculentas ganancias para un gran número de libreros, incluidos los responsables de Causeway Books cuya desaparición también provocó malestar en el gobierno de la antigua metrópoli británica.

Un comunicado de la Embajada del Reino Unido en Pekín mostró su "profunda preocupación" por las desapariciones y pidió a las autoridades de China y Hong Kong que garantizaran la libertad de medios y los editores.

sc

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