Las deficiencias en el funcionamiento del "aparato judicial" de la última década del Porfiriato tuvieron su origen más allá de la figura del dictador mexicano, así lo evidencia una amplia investigación realizada por el ministro José Ramón Cosío en su libro "La justicia prometida".

A presentarse esta tarde en el Ex Templo de Corpus Christi, el volumen coeditado por la Dirección General de Publicaciones del Conaculta y el Fondo de Cultura Económica, descifra los mecanismos y particularidades del sistema jurídico mexicano de la época, como reflejo de los obstáculos que éste ha sorteado desde el siglo pasado.

De acuerdo con el texto, entre 1900 y 1910 se formularon diversas críticas a la manera en que se realizaba en México la impartición de justicia. Quienes eran proclives al régimen sostenían que era una variable independiente del sistema político imperante: la justicia funcionaba mal per se y debía cuestionarse a partir de condiciones de realización que poco tenían que ver con el régimen.

Para los opositores, los males eran distintos y mayores: la justicia dependía del régimen y era responsabilidad de Porfirio Díaz, por la omnipotencia que se le atribuía.

Sin embargo, ninguno de estos diagnósticos es suficiente para explicar el funcionamiento de la impartición de justicia; su origen se encuentra en una serie de factores que van más allá de las actuaciones de prominentes porfirianos.

Para encontrar tales elementos, el jurista y académico se pregunta en esta investigación, entre otras cuestiones, quiénes eran los juzgadores, de dónde procedían, cómo obtenían sus cargos, qué tipo de leyes aplicaban y en qué procesos.

También habla sobre qué conflictos resolvían y cuáles no; qué efectos tenían sus resoluciones, para qué y para quiénes; quiénes accedían a la justicia; quiénes y por qué no accedían a ella; qué representación social había de ésta; qué criterios sustentaban y cómo afectaban casos futuros.

Se pregunta, además, qué presencia generaban los órganos de justicia; qué símbolos la representaban y cuáles otros eran el producto de su actuar.

Es así como José Ramón Cossío D. presenta en las páginas de "La justicia prometida. El Poder Judicial de la Federación de 1900 a 1910" una novedosa explicación del funcionamiento del aparato de justicia en México durante los últimos años del Porfiriato.

Cossío es doctor en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid y ha publicado 21 libros y diversos artículos. Es investigador nivel III del Sistema Nacional de Investigadores y miembro de la Academia Mexicana de Ciencias, del American Law Institute, de la Barra Mexicana, Colegio de Abogados, AC.

También del Consejo Consultivo de Ciencias de la Presidencia de la República, del Patronato del Instituto Nacional de Medicina Genómica y de El Colegio Nacional.

Entre otros premios ha recibido el Nacional de Investigación 1998, en el área de Ciencias sociales; y el Nacional de Ciencias y Artes 2009, en el campo de Historia, Ciencias sociales y Filosofía.

Actualmente es ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y es profesor del Instituto Tecnológico Autónomo de México.

La obra, que será comentada por Andrés Lira González, Enrique Florescano Mayet y José Ramón Amieva Gálvez, forma parte de la colección Biblioteca Mexicana, Serie Historia, dirigida por Enrique Florescano Mayet.

rqm

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