Isaac Hernández

logró, de nuevo, lo impensable: llenar el Auditorio Nacional con 10 mil personas que durante casi cuatro horas aplaudieron, ovacionaron y lanzaron "vivas" y "bravos" a 35 artistas en escena, entre bailarines y músicos, de 14 compañías como el English National Ballet, American Ballet Theatre, San Francisco Ballet, New York City Ballet, Royal Ballet y Ópera de París.

La gala de ballet "Despertares. Lo mejor del mundo en un mismo escenario" que se presentó la noche de este sábado en el Auditorio Nacional, fue un espectáculo dancístico que cumplió con lo prometido: presentar a los mejores bailarines de 14 de las compañías más importantes del mundo.

La curaduría del Bailarín Principal del English National Ballet no sólo buscó presentar obras que permitieran el lucimiento acrobático y atlético de los intérpretes, también aspiró a la belleza, a la expresión artística y al entretenimiento. Además, no trató de engañar al público al presentar obras con más de 20 años de antigüedad, sino con recientes estrenos en escenarios europeos.

Además, el mexicano fue más allá y presentó dos piezas que contaron con música en vivo: el opening con el coreógrafo y bailarín Savion Glover, considerado uno de los mejores exponentes del Tap a nivel mundial, acompañado de Candy Dance Band, y "Liza" de la comedia musical "An American un Paris" con coreografía de Wheeldon y música de Gershwin.

El programa de "Despertares" se conformó con 21 números que se fueron presentando en un crescendo planeado y bien estructurado. Isaac Hernández interpretó el pas de de deux "Black Swan" de "El lago de los cisnes" a lado de Misa Kuranaga; "Carmen" con coreografía de Alberto Alonso , acompñado de Tamara Rojo, y el dueto "In the middle of somewhat elevated" de Forsythe, con Alicia Amatriain.

Una de las sorpresas de la noche fue Esteban Hernández, hermano de Isaac y solista del San Francisco Ballet. Su pas de deux de "Talismán", con Maria Kochetkova, lo presentó como un bailarín impetuoso, dueño de una técnica impecable; y en el solo "Bob" de Danielle Rowe, se mostró fresco y elegante.

Otra de las joyas de esta edición de "Despertares" fue la versión de Sidi Larbi de "El cascanueces", estrenada el año pasado en la Ópera de París, con la que queda en claro que es posible tocar a un clásico y convertirlo en una obra que no sólo dialoga con nuestro tiempo, sino que también puede ser completamente revolucionario y transgresor; el Hada de Azúcar se presenta como una mujer sensual entregada al deseo y a la pasión.

Una joya más fue "Dust" del coreógrafo británico, considerado como uno de los más importantes de la escena europea, interpretado por Erina Takahashi y James Streeter, y estrenado en 2014 por el English National Ballet. La obra fue realizada para conmemorar los 100 años de la Primera Guerra Mundial, así como para hablar sobre la fuerza femenina durante ese episodio que marcó el inicio del siglo XX. Una pieza dramática y conmovedora.

Y, como suele ocurrir en las galas de esta naturaleza, también hubo espacio para la ejecución limpia, perfecta, de la danza clásica con el "Don Quijote" de los bailarines de la Norwegian National Ballet y Vienna Opera Ballet, Whitney Jensen y Denys Cherevychko.

Al igual que en ediciones anteriores, previo al Gran Finale con todo el elenco, se presentó con "My way" de Stephan Thoss, interpretado por los hermanos Hernández. A diferencia de otros años, los mexicanos emanaron felicidad y hermandad. No era para menos, era el cierre de una gran noche que deberá convertirse en un hito en la historia del recinto.

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