El Museo del Hombre reabre sus puertas este sábado en París, tras seis años de trabajos de remodelación que han dejado 16 mil metros cuadrados enteramente dedicados a la historia del hombre y su dimensión biológica, así como a los aspectos culturales y sociales que han condicionado la evolución de la humanidad.

"La gran pregunta que nos debemos hacer es si el hombre será capaz de adaptarse al medio en el futuro", destacó hoy en la presentación oficial a los medios Bruno David, presidente del Museo Nacional de Historia Natural (MNHN) y supervisor del nuevo Museo del Hombre, que mañana inaugura el presidente François Hollande.

La colección está integrada por 700 mil piezas prehistóricas procedentes de todo el planeta, 30 mil conjuntos antropológicos reflejo de la diversidad y unidad del hombre moderno, y 6 mil objetos que ilustran la explotación de la naturaleza por las sociedades humanas.

En la "Galería del Hombre" destacan dos cráneos del "hombre de Cromañón", que vivió hace 28 mil años, hallados en Dordoña (suroeste) en 1868, así como varios esqueletos del "Neandertal" encontrados en España, y los restos fósiles de "Lucy", la "australopitecus afarensis" de 3.2 millones de años, descubierta en Etiopía en 1974.

Dentro de este mismo espacio central del museo, también en la sección dedicada a la morfología humana, se expone el cráneo de la "Dama de Cavillon", del Paleolítico Anterior, recubierta de caracolas y manchada de ocre rojo.

Situado en el palacio de Chaillot, gigantesco edificio construido a finales del siglo XIX frente a la Torre Eiffel, el museo estrena ahora entre otras novedades su "balcón de las ciencias", un espacio destinado a propiciar encuentros, a veces virtuales e interactivos, entre el público y diferentes investigadores y expertos.

Un panel sonoro permite escuchar una selección de lenguas minoritarias, como el euskera, el quechua o el suahili, de entre las 7 mil que se hablan en todo el mundo.

El museo cuenta, asimismo, con un centro audiovisual, donde se proyectarán películas científicas, y pantallas interactivas en cada sala, para informar sobre las obras expuestas, como los bustos de bronce y yeso realizados en el siglo XIX, a partir de moldes de las poblaciones primitivas de América Latina, África o Asia.

La comisaria científica de la colección, Evelyne Heyer, recordó que las exposiciones del museo son el fruto de medio siglo de trabajos científicos.

"Somos el fruto de una historia larga, compleja, gloriosa y rica", resaltó David al explicar que, al menos hasta ahora, el hombre ha sabido adaptarse al medio natural.

Indicó, al respecto, que el museo acompañará la próxima Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP21), que se celebra a finales de año en París, con diferentes actividades, entre ellas un evento sobre pueblos autóctonos programado en noviembre, en colaboración con la Unesco.

Se suman a esta agenda varios actos sobre clima y biodiversidad, un ciclo de conferencias en el que participarán 75 expertos, y una exposición de la agencia de fotografía Magnum en el "Auditorium" del museo, del 4 de noviembre al 4 de enero próximos.

sc

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