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Profesores e investigadores del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS) firmaron un carta en la que acusan al Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) de sofocar la capacidad creativa de los investigadores y de excluir a las grandes mentes de los esfuerzos en torno al avance de la ciencia en México.
En esta carta, dirigida a Enrique Cabrero Mendoza , director general del Conacyt, también se critica la reciente decisión del Consejo de cambiar de plataforma para el llenado de los Currículum Vitae Único (CVU) y de otros informes.
De acuerdo con la carta, “esta nueva plataforma busca homogeneizar la información, encasillando de manera excluyente el trabajo y la trayectoria académica de los investigadores”.
Los firmantes buscan protestar “enfáticamente por la forma rígida y excluyente a la que nos quieren obligar a presentar la información sobre nuestras actividades académicas , que afectará la evaluación porque deja fuera actividades sustantivas de nuestro quehacer como científicos sociales . Se incrementan considerablemente los requisitos burocráticos y aumenta de manera importante el tiempo que tenemos que dedicar a actividades burocráticas en lugar de dedicarnos a cumplir nuestra misión y nuestro compromiso con la Ciencia.”
Los investigadores y docentes del CIESAS enfatizan los siguientes aspectos:
1. El formato cerrado de la nueva plataforma deja fuera universidades importantes en las que hemos estudiado, impartido charlas o seminarios, además de editoriales y revistas en las que muchos académicos, en particular desde las ciencias sociales, damos a conocer nuestro trabajo ante un público amplio. Ello lleva a una comercialización y monopolización de los procesos de valoración de revistas científicas y editoriales académicas, lo cual fácilmente lleva a una mercantilización de los procesos de valoración. Miles de publicaciones valiosas quedan excluidas de esta plataforma. La primera versión del CVU solamente reconoce revistas que están indizadas en SCOPUS y Web of Science (ISI). Si bien agradecemos los avances acordados recientemente con CIESAS para incluir indices de revistas CONACYT (Sistema de clasificación de revistas mexicanas de ciencia y tecnología), REDALyC, SciELO México y LATINDEX, consideramos que el sistema CVU debe abrirse a la posibilidad de reportar otro tipo de revistas, libros y editoriales y plataformas electrónicas o audiovisuales que resultan fundamentales para publicar nuestra investigación. Es imprescindible que sea el investigador el que de alta estas publicaciones y no que un sistema cerrado excluya de entrada su trabajo como no válido.
2. Se desdibuja la trayectoria de muchos investigadores brillantes al pedir números de ISBN, ISSN o programas inscritos al PNPC cuando algunos de estos tipos de registro llevan apenas algunas décadas de existir. La trayectoria anterior se borra automáticamente ante una plataforma dirigida a ser leída por una máquina, lo cual implica que no hay cabida para la falta de datos o la flexibilidad. Automatizar la indización de revistas no debe sustituir la lectura de nuestros productos de investigación al ser evaluados por un colega humano, y no un simple algoritmo automático.
3. Resulta absurdo y preocupante el que se exija la obligatoriedad de presentar la cédula profesional cuando la mayoría de los investigadores consolidados realizaron sus estudios en el extranjero o en programas que no tenían registro en SEP –Conacyt. Además, para muchos colegas extranjeros o naturalizados en México es literalmente imposible obtener dicha cedula profesional por el tedioso y contradictorio proceso de revalidación de toda su trayectoria escolar paso por paso desde la primaria a licenciatura, exigido para llegar a la cedula profesional.
4. Es desalentador comprobar que el énfasis se ha puesto en la relación y el impacto de las investigaciones con sectores ‘productivos’ desde una visión economicista y tecnocrática. Quedan fuera los impactos en el desarrollo social y humanista, en la recuperación del patrimonio nacional, en el diseño de programas que ayuden a restablecer el tejido social, en fortalecer las instituciones de bienestar social, en la múltiple construcción de políticas públicas y un largo etcétera.
Los firmantes aseguran que lo que buscan es “construir conjuntamente con las autoridades del Conacyt una plataforma que aproveche las ventajas de las tecnologías numéricas para el manejo de la información, y que al mismo tiempo integre la diversidad de las formas de generar, de difundir y de aplicar los resultados de las investigaciones de los investigadores de ciencias sociales y de humanidades”.
De acuerdo con la carta, los nuevos criterios del CVU no "nos representan ni son los idóneos para dar cuenta de nuestro trabajo y de la calidad del mismo. Porque la realidad es cada vez más compleja y heterogénea y se quiere forzar a tener una plataforma rígida que deja fuera múltiples posibilidades, actividades y resultados de nuestro quehacer científico. No es que estemos buscando criterios menos rigurosos, sino más idóneos para medir y sopesar nuestro trabajo. Una evaluación deficiente y excluyente desalienta la producción de ciencia sólida y robusta en nuestro país".
Los profesores e investigadores que firman la carta son: Magdalena Villarreal, Alberto Aziz Nassif, Alejandra Aguilar, Patricia Safa, Elena Azaola Garrido, Luz Elena Galván, Teresita Carbó, Gabriela Torres-Mazuera, Mariangela Rodríguez, Gerardo Bernache Pérez, Eduardo L Menéndez, Gustavo Marín Guardado, Séverine Durin, Pablo Mateos, Victoria Novelo, Santiago Bastos, Patricia Fortuny, María Teresa Sierra, Ronald Nigh, Pedro Arrieta, Alberto Barrera Enderle, Humberto González, Clara Elena Suarez Arguello, Lourdes de León, Aaron Pollak, Nahayelli B. Juárez, Alejandra Aquino Moreschi, Beatriz Calvo Pontón, Margarita Estrada, Ricardo Pérez Monfort, Sergio J. Navarrete, Paola María Sesia, Efrén Sandoval, Margarita Pérez Negrete, Margarita Dalton, Edith Kauffer, José Juan Olvera, América Molina del Villar, Laura Machuca, Gabriela Robledo, Patricia Zamudio, Magdalena Barros, Alejandro Martínez Canales, Cecilia Sheridan, María Teresa Fernández, Carlos Paredes, María Bertely, Patricia Ravelo, Luz María Mohar, Eva Salgado, Jorge Alonso, Ángeles López y Carolina Rivera Farfán.
jpe