“El ser humano invierte, por término medio, un tercio de su vida en dormir”, destacan los especialistas de la Sociedad Española del Sueño.

En este sentido, indican que dormir es una actividad necesaria “porque con ella se restablece el equilibrio físico y psicológico básico de las personas”. No obstante, la necesidad de sueño es diferente en cada persona. Depende de la edad, del estado de salud y del estado emocional, entre otros factores.

“El tiempo de sueño ideal es aquel que nos permita realizar las actividades diarias con normalidad”, subrayan.

El insomnio es relativamente frecuente. De hecho, según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), entre un 25% y un 35% de la población adulta padece insomnio transitorio y entre un 10% y un 15% sufre insomnio crónico.

“El insomnio es un problema de salud importante ya que, en su forma crónica, se ha asociado a una reducción de la calidad de vida y del rendimiento diario, pero también a déficits cognitivos y de memoria, a problemas de ansiedad y depresión, así como a hipertensión, diabetes y obesidad, con lo que eso supone para la salud y para la aparición de otras enfermedades”, apunta Hernando Pérez Díaz, coordinador del Grupo de Sueño de la SEN.

Además, el especialista recalca que el insomnio también puede ser un síntoma de otra enfermedad, por lo que un correcto diagnóstico es importante para intentar actuar sobre la causa y no solo en los síntomas. Asimismo, la cardióloga Nieves Tarín explica que son muchos los trastornos que nos pueden conducir a un mal descanso nocturno “desde el insomnio por una mala higiene del sueño hasta otras causas que se asocian a despertares repetidos a lo largo de la noche, como en el caso de la apnea del sueño”.

De igual modo, la Fundación Española del Corazón señala que hay diversas patologías directamente relacionadas con las alteraciones del sueño, entre las que destacan las enfermedades cardiovasculares.

“De hecho, los pacientes hipertensos de edad avanzada y con problemas para conciliar el sueño poseen un riesgo cardiovascular más elevado que el resto de la población, según indican distintos estudios”, apunta esta entidad.

RECOMENDACIONES PARA UN BUEN DESCANSO

Para dormir bien y descansar durante la noche, los especialistas ofrecen una serie de recomendaciones. Así, la Fundación Nacional del Sueño aconseja:

Establecer un horario regular, de modo que nos vayamos a dormir y nos despertemos a la misma hora, incluso durante los fines de semana. “Esto ayuda a regular el reloj interno y puede facilitar el hecho de que se quede dormido y duerma durante toda la noche”, indican.

Si tiene problemas para dormir, evite las siestas, sobre todo por la tarde”, subrayan. En este sentido expresa que, aunque una siesta puede ayudar a afrontar el resto del día, quienes tienen dificultades para quedarse dormidos por la noche “deberían evitar incluso las siestas cortas”.

Prescindir del alcohol, el tabaco y las comidas pesadas por la noche. Eplican que el alcohol, el tabaco y la cafeína pueden afectar al sueño.

Además, indican que “consumir una gran cantidad de comida o tomar alimentos picantes puede producir indigestión, lo que hace que dormir sea más difícil”. Por lo tanto, recomiendan evitar las comidas copiosas en las dos o tres horas anteriores a irse a la cama.

“Si tiene hambre, tome un tentempié ligero unos 45 minutos antes de irse a dormir”, concluyen.

El cuerpo necesita tiempo para pasar al “modo sueño”, por lo que se debe emplear la última hora antes de irse a dormir en una actividad relajante, como puede ser la lectura.

“A algunas personas les puede resultar difícil quedarse dormidas tras usar un dispositivo electrónico, como un ordenador portátil, pues el tipo de luz que emanan estas pantallas resulta estimulante para el cerebro. Por lo tanto, quienes tengan problemas de sueño deben evitar el uso de estos aparatos, tanto antes de irse a la cama, como durante la noche”, advierten.

Quienes no pueden dormir, deberían ir a otra habitación y hacer alguna actividad relajante hasta que se sientan cansados. “La cama sólo debe usarse para dormir y mantener sexo, pues de este modo se fortalece la asociación entre cama y sueño”, detalla la NSF.

Es muy importante que el colchón y la almohada sean cómodos. “Haga que su dormitorio sea un espacio que invite al descanso, libre de aquellos alérgenos que puedan afectarle y de objetos que puedan hacerle resbalar si se levanta durante la noche”, añaden. Estas son algunas medidas que le ayudarán a mantener una correcta higiene del sueño. Pero es importante que, si usted cree que puede padecer algún trastorno relacionado con el sueño, lo consulte con un médico.

kal

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