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La armadora japonesa Mazda mantiene sus planes de producción y sus operaciones en el país, pese a las amenazas de la aplicación de aranceles o un impuesto fronterizo a las importaciones de vehículos provenientes de México en Estados Unidos (EU), dijo Miguel Barbeyto, presidente y director general de Mazda de México.

La compañía tiene una planta en Salamanca, Guanajuato, donde fabrica los modelos Mazda 2 y 3.

En 2016, fabricó 230 mil unidades en la planta guanajuatense, de las cuales 95% se exportó a varios países.

Del Mazda 3, en sus dos versiones, se fabricaron 114 mil 483 unidades en 2016 y a 70% se envió a EU, y el resto a Europa y Centroamérica.

“Del Mazda 2 no se va nada a EU y Canadá, porque no se vende en esos países”, detalló Barbeyto.

Sobre la búsqueda de nuevos mercados de exportación para no depender tanto de la demanda en EU, el CEO dijo que están interesados en explorar Brasil, pues hace cinco años, cuando existía la intención de enviar vehículos a esa nación, se comenzó a renegociar el Acuerdo de Complementación Económica (ACE 55) y se vinieron abajo los planes de exportación.

Con 55 mil unidades vendidas en México en 2016, el país es el séptimo mercado para la compañía en ventas después de EU, China, Japón, Australia, Canadá y Alemania.

“México es un país muy importante. Si todo sale bien, en el año fiscal japonés (abril a marzo), podríamos hasta rebasar a Alemania en la posición de ventas”, destacó Barbeyto.

Del total de ventas en el país, 45% corresponde al Mazda 3; 21% a la CX5; 16% a la CX3 y 7% al Mazda 2. Para este año, la firma aún no prevé cuánto podrían incrementar las ventas, pues depende del desempeño de la economía y el tipo de cambio.

“Nosotros queremos mantener la participación de mercado de 3.4% que tuvimos el año pasado. Si la industria crece, nos quedamos con 3.4%, y si decrece, con 3.4%”, indicó el CEO.

“Lo que puede llegar a poner compleja la industria son los tipos de cambio; sería una catástrofe que el dólar pudiera llegar a 25 pesos, porque cómo haces para que la compañía sea rentable y los distribuidores, para no liquidar gente y que no haya desempleo”, indicó Barbeyto.

Destacó que la corporación apoya a la compañía en México enviando o dejando de mandar vehículos, si es que la demanda decrece, para evitar el costo del manejo de inventario. Por lo anterior, a veces hay falta de inventario en algunas distribuidoras.

“Del MX5 convertible hay dos meses de lista de espera; de la CX5 ya no hay; Mazda 3 sí hay; Mazda 2 no tenemos; CX9 y Mazda 6 sí hay; de CX3 hay lista de espera, pero ya están cubriendo la demanda. La estrategia es tener una unidad menos que la demanda, para que la marca se vuelva aspiracional”, explicó Barbeyto.

Para reforzar la atención a sus clientes en el país, los cuales ya suman un parque vehicular de 330 mil automóviles, Mazda abrió nueve talleres satélites a las agencias, para dar servicios básicos de mantenimiento, y espera abrir otros tres este año.

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