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La consultora IHS Automotive considera que no va a haber inversiones de nuevas plantas automotrices en México de aquí a 2023, debido a que existe una sobrecapacidad de producción en el país y hay una menor demanda de vehículos a escala mundial.

“El ciclo de negocios ha llegado a su fin, no hay un caso de negocios, no hay un crecimiento regional deseado para justificar la inversión de una planta adicional”, dijo Guido Vildozo, gerente para Latinoamérica de IHS Automotive.

De las 34 plantas automotrices que se van a construir a nivel mundial de 2015 a 2023, siete están en Norteamérica y seis en México.

Las que se quedaron en México fueron; KIA, Audi, Ford, Toyota, Mercedes Benz-Daimler y BMW.

Algunos fabricantes de vehículos de lujo estuvieron considerando a México para instalar una planta, pero al final optaron por otros países, como Jaguar Land Rover, que decidió invertir en Eslovaquia y Volvo en Carolina del Sur.

Con este escenario, la consultora ve poco probable que México alcance la producción de 5 millones de unidades en 2020, como tiene previsto la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).

“Estamos viviendo en México que la producción tuvo un ligero ajuste en la primera mitad del año. El consenso global es que tenemos un problema de sobrecapacidad instalada en todo el mundo y no hay que confiarnos en el tema de que México tiene la capacidad de ser un país productor para exportar”, apuntó Vildozo durante el 20 aniversario del Instituto de Desarrollo Empresarial Anáhuac (IDEA) de la Universidad Anáhuac.

“Todas las regiones, incluida Asia, tienen capacidad ociosa en sus plantas. En Estados Unidos también. No va a ser eterno el crecimiento hacia adelante”, agregó.

En el primer semestre del año, la producción de vehículos en México disminuyó 3.1% respecto al mismo periodo del año anterior.

Vildozo aseguró que algunas plantas automotrices enfrentan problemas para incrementar su producción debido a una serie de elementos como una menor demanda en Estados Unidos, temas culturales, falta de infraestructura y falta de mano de obra.

“El programa ProAuto es muy superficial, no hay una noción muy clara de qué áreas de proveeduría tenemos que crecer y entendemos que en infraestructura tenemos que crecer en ferrocarril, área marítima y carretera”, dijo Vildozo.

Estados Unidos es el principal destino de la producción de vehículos en el país y si bien, no hay señales de una recesión económica en ese país, expuso que la demanda de vehículos allá está entrando en un proceso de estabilización.

Para este año, la consultora IHS estima que se van a comercializar 17.6 millones de automóviles en Estados Unidos.

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