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La megafusión cervecera entre Anheuser-Bush InBev, dueña de Grupo Modelo, y SABMiller, tendrá impacto mínimo en el mercado mexicano, aunque la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) deberá analizar si ambas empresas pueden concentrarse o las marcas son vendidas a terceros como Heineken México, explicaron analistas consultados.

Ayer, AB InBev y SABMiller acordaron crear una multinacional que fabricará casi un tercio de la cerveza del mundo, en una transacción cercana a 109 mil millones de dólares.

AB InBev es la cervecera más grande a escala global con 20.8% del mercado mundial, mientras que SABMiller, con marcas como Coors Light y Miller Lite, es la segunda en tamaño, con 9.7% de participación.

“SABMiller tiene 0.7% del mercado de cerveza en México, la empresa importa su producto de California y Texas para distribuirlo en el norte y la frontera; tiene presencia en Chihuahua y Tamaulipas”, dijo Armando Valenzuela, ex director de la empresa.

Consideró que AB InBev tendrá que vender las marcas de SABMiller en Estados Unidos, ya que de lo contrario alcanzaría una alta participación de mercado, por lo que en su opinión, los dos compradores naturales a escala global para esta desinversión serían Heineken y Molson Coors.

“Si el comprador es Heineken, la empresa integrará todas las marcas en todo el mundo en su sistema de producción y distribución. Aquí en México, Heineken lo integraría en Cervecería Cuauhtémoc. Si fuera Molson Coors creo que podría ser el mismo escenario, ellos tienen un acuerdo de producción y distribución con Heineken México”, agregó.

Valenzuela explicó que el beneficio principal que busca AB InBev con la fusión es quedarse con el sistema de SABMiller en mercados emergentes como Sudamérica y África, donde no tiene una alta participación y complementará su presencia global.

De acuerdo con Euromonitor International, Grupo Modelo (AB InBev) tuvo una participación de 54.4% en el mercado nacional en 2014, mientras que Heineken alcanzó 44.4% de penetración, seguida por 0.4% de SABMiller y otros participantes sumaron 0.9% de la venta de cerveza.

Raúl Feliz, investigador del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), dijo que no habrá un impacto importante en México con el acuerdo de las cerveceras multinacionales, ya que SABMiller no tiene producción local y su participación de mercado es baja.

“En México no hay un tema de competencia como en Estados Unidos, donde una empresa tiene 40% del mercado y la otra 28%, por lo que alcanzarían cerca de 70% de participación. Aquí en el país veo un impacto mínimo o nulo, y no requerirá de alguna acción especial por parte de la Cofece”, manifestó.

Xavier Ginebra, ex comisionado de la extinta Comisión Federal de Competencia (Cofeco), afirmó que el órgano antimonopolios mexicano no dejará concentrar a AB InBev y SABMiller en México, debido a que en el mercado se acentuaría su configuración como un duopolio cervecero.

“Esta transacción aumentaría el poder de las empresas ya existentes, que ahora mismo ya abusan de los productores en el tema de la compra de cebada. El competidor que adquiriría AB InBev tiene fuerza real”, dijo.

Miguel Flores Bernés, experto en temas de competencia económica, no considera que la concentración sea negada de manera tajante por parte de la Cofece, pues los efectos de este tipo de acuerdo deben analizarle en mercados específicos para comprobar si existe un daño al consumidor.

Heineken, sin comentarios. EL UNIVERSAL buscó a Heineken México para conocer su posición sobre la posible compra de marcas de SABMiller en el mercado mexicano, pero un vocero comentó que la empresa se encuentra en un periodo de silencio hasta finales de octubre.

Por su parte, Grupo Modelo, subsidiaria de AB InBev en México, explicó que los comentarios se harán sólo en su página de internet destinada a la transacción a escala global.

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