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La Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) y la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA) hicieron un llamado a respetar los requisitos para la importación de autos provenientes de Estados Unidos, específicamente en lo concerniente a la regla de origen.

Para importar un auto usado al amparo del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el importador debe cumplir la regla de origen, la cual indica que todo vehículo usado importado debe acreditar que el 62.5% de sus componentes son originarios de la región de Norteamérica, porcentaje calculado bajo la metodología “costo neto con rastreo”.

Esta regla de origen es la única en el TLCAN que establece la rastreabilidad de los componentes.

Adicionalmente al porcentaje referido, se establece la obligación de hacer auditorías al proveedor de “partes esenciales” y verificar que conservó durante un periodo de 5 años después de la fecha de la firma del certificado de origen, los registros relativos al origen del bien en términos del Artículo 505 del TLCAN, como parte de las mencionadas auditorías a proveedores, explicaron ambas asociaciones en un comunicado.

Lo anterior, se detalló como consecuencia del punto de acuerdo que el pasado miércoles 29 de junio presentó la diputada María Eloísa Talavera Hernández, de Baja California (PAN), ante la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, el cual exhorta al titular del Ejecutivo Federal, a los secretarios de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y de Economía (SE), a los titulares del Servicio de Administración Tributaria (SAT) y de la Administración General de Aduanas a permitir la libre importación de vehículos usados provenientes de Estados Unidos de América y Canadá bajo el TLCAN.

La legisladora argumenta que el gobierno federal y las autoridades relacionadas con la importación de vehículos usados no han cumplido con la obligación de permitir la libre importación, o han impedido u obstaculizado dicha importación.

AMIA y AMDA destacaron que México decidió permitir la importación de vehículos usados que no pudieran acreditar la integración de valor de la regla de origen, pero que hubieran sido manufacturados en cualquiera de los países integrantes del TLCAN, mediante el pago de un arancel de 1% para vehículos destinados a permanecer en la franja y región fronteriza y de 10% para aquellos importados de forma definitiva al resto del país.

En los últimos 10 años se han importado más de 7.4 millones de autos usados provenientes de Estados Unidos y Canadá.

“La importación de autos usados promueve actos ilícitos como la falsificación de documentos, facturas apócrifas, certificados de emisiones falsos, así como conductas delictivas de quienes están involucrados en la internación de vehículos usados al país”, indicaron ambas asociaciones.

jram

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