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Con poco, muy poco que celebrar y muchos problemas por resolver, Petróleos Mexicanos (Pemex) arriba a una desangelada celebración del 78 Aniversario de la Expropiación Petrolera. Acotada por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, con una pesada deuda, pérdidas millonarias, endeudada con sus proveedores y contratistas, con persistente caída de la producción de petróleo y gas, con pérdida de mercados en exterior, una creciente dependencia del exterior y cuyo futuro depende de la capitalización del Estado o de socios que lleguen a hacer lo que la petrolera no puede, la empresa asoma la cabeza a la nueva realidad de una industria abierta y dispuesta a competirle o arrebatarle todo.

Desde su interior, voces de ingenieros que traen puesta la camiseta, pero que piden el anonimato se preguntan: “¿cómo podemos crecer sin dinero?”.

Los números les dan la razón.

De 2014 a la fecha, los recortes presupuestales a la empresa petrolera suman 202 mil millones de pesos y su impacto en las actividades operativas como perforación de pozos y uso de equipos de perforación (que han ido a menos) está a la vista.

De acuerdo con los reportes operativos de Pemex Exploración y Producción (PEP), en ese periodo México dejó de producir 215 mil barriles diarios, volumen que supera a lo que producen por sí solos países como Dinamarca, Siria, Sudáfrica, Alemania, Perú, Yemen, Brunéi, Uzbekistán, Rumania, Francia, España o Turquía, entre otros.

La plataforma de producción de crudo al 29 de febrero de este año es de 2 millones 214 mil barriles diarios cuando en 2014 promedió 2 millones 429 mil barriles. Se espera que cierre 2016 con un promedio de 2 millones 130 mil, según las expectativas del director de Pemex, José Antonio González Anaya.

Además, Pemex acumula más de una década (11 años con dos meses) con caída constante de sus plataforma de producción, 34.5% equivalente a dejar de producir un millón 169 mil barriles diarios.

Interrupción de proyectos

Como parte del recorte de 100 mil millones al presupuesto de la petrolera para el presente ejercicio, se anunció el diferimiento de proyectos, la venta de todos los activos que no sean rentables o productivos y dejar de invertir en campos o yacimientos que tengan costos superiores a 25 dólares por barril, a menos que Pemex logre asociarse con terceros para darles continuidad.

Uno de ellos y en donde se tenían fincadas altas expectativas para obtener producción futura es el Proyecto de Exploración Área Perdido, que se localiza cerca de los límites marítimos con Estados Unidos y en donde se contempló la inversión de 14 mil 634 millones de pesos.

Por el lado financiero, la petrolera está siendo acotada por las autoridades hacendarias.

Hasta 2014, la Ley Federal de Derechos le permitía a la empresa petrolera un límite de deducción de costos fijos de 6.5 dólares por barril de petróleo obtenido.

Con la entrada de vigor de la Ley de Ingresos sobre Hidrocarburos (nuevos esquema resultado de la reforma energética), en 2015 el límite de deducibilidad fue 10% sobre el precio, que en ese año promedió 43 dólares por barril, es decir, 4.30 dólares.

Este año, de acuerdo con información de la Secretaría de Hacienda y Crédito Publico, el límite de deducibilidad va a ser de 11% sobre el precio estimado, 25 dólares, según el director de Pemex, de manera que la empresa va a estar en condiciones de deducir 2.75 dólares por cada barril, 3.75 dólares menos que en 2014.

Aunado a ello, el pago de impuestos y derechos de la empresa petrolera excede la utilidad neta antes de impuestos y derechos, “lo que no refleja las condiciones del mercado”, aseguran las fuentes consultadas.

En el primer trimestre de 2015, por ejemplo, ese pago llegó a ser hasta 4 mil 512% mayor a los rendimientos antes de impuestos.

Pérdidas millonarias

Al cierre de ese año, las pérdidas de la empresa alcanzaron niveles históricos del orden de 521 mil 606 millones de pesos, para un acumulado de números rojos de 957 mil 206 millones de pesos entre 2013 y 2015.

Pero el asunto fue más allá: EL UNIVERSAL publicó que tres de las cinco filiales de Pemex, creadas apenas el año pasado, iniciaron operaciones con cifras rojas.

Pemex Cogeneración perdió 47.4 millones de pesos; Pemex Fertilizantes, tuvo mermas por 223.9 millones, y Pemex Etileno registró un boquete por mil 457 millones.

En los tres casos, de acuerdo con los reportes financieros, sus costos de ventas fueron superiores a sus ingresos.

En conjunto, estas tres compañías filiales contribuyeron con mil 728.3 millones de pesos a los números rojos de Petróleos Mexicanos el año pasado, aún sin haber cumplido un año de haber entrado en operación.

Incluso el director de Pemex admitió la posibilidad de desincorporar a las nuevas filiales, con lo que se puede dar marcha atrás a la reestructuración de la empresa surgida de la reforma energética.

La información obtenida por este medio, evidencia que en diciembre de 2014 se determinó un aprovechamiento por parte de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público por 70 mil millones de pesos, “a pesar de que Pemex tenía un patrimonio negativo superior a los 70 mil millones de dólares y la empresa petrolera presentaba pérdidas”.

Búsqueda de recursos

En ese mismo mes, Hacienda realiza una aportación de capital a Pemex por 20 mil millones de pesos y a principios de 2015 otra por 10 mil millones, pues no tenía con que pagar a proveedores en enero de 2015, al tener una caja en ceros.

González Anaya reconoció que el adeudo con los proveedores y contratistas ascendía a 142 mil millones de pesos, de los cuales se cubrieron 20 mil millones los primeros meses de este año.

Sin embargo, la empresa tuvo que endeudarse para seguir cubriendo ese adeudo.

El pasado 10 de marzo González Anaya anunció que la empresa productiva del Estado contrató una línea de crédito por 15 mil millones de pesos con la banca de desarrollo para pagar a 85% de las empresas que son sus proveedoras de bienes y servicios.

Durante su comparecencia antela diputados federales, el funcionario explicó que los recursos se planean destinar para liquidar los saldos pendientes con pequeñas y medianas empresas, que son las que se encuentran en una situación más vulnerable.

Pierde terreno en el plano internacional

En el rubro del comercio internacional, la pérdida de dinamismo de la empresa productiva del Estado y la guerra de precios en los mercados globales han costado presencia en los principales centros de consumo del mundo.

El pasado 23 de noviembre, los Departamentos de Energía y Comercio de Estados Unidos revelaron que México fue desplazado por Venezuela como el tercer proveedor de petróleo crudo hacia ese país, dado que ha reducido sustancialmente sus embarques de aceite al mercado estadounidense, espacio que fue aprovechado por la compañía Petróleos de Venezuela, S.A (PDVSA).

Parte del problema tiene que ver además porque sus principales competidores, Canadá y Venezuela, ofrecen precios más bajos que la mezcla mexicana de exportación.

De acuerdco con el reporte Petroleum Marketing Monthly del 4 de enero del 2016, editado por la Energy Information Administration (EIA, por sus siglas en inglés), los precios promedio a los que las petroleras que operan en Estados Unidos compraron el crudo canadiense y venezolano fueron de 43.91 y 45.57 dólares por barril entre enero y octubre del año pasado.

El crudo mexicano en sus tipos Istmo, Maya y Olmeca se exportó hacia el mercado estadounidense con un precio promedio de 47.64 dólares por cada barril.

Importador neto

A esta situación se suma el hecho de que en durante el primer mes de este año, México se convirtió en un importador neto de hidrocarburos, confirmando la tendencia que había mostrado a lo largo de 2015.

En ese año, de acuerdo con informes operativos de la empresa productiva de Estado, habría cerrado el ejercicio con un saldo positivo en su comercio exterior de apenas 336 millones de dólares, el más bajo de los últimos 45 años.

Las importaciones realizadas por Petróleos Mexicanos prácticamente habían igualado a las exportaciones, fundamentalmente de petróleo crudo, que durante años fue el principal soporte financiero no sólo de la petrolera sino de las finanzas públicas.

Las compras externas durante 2015, según la información difundida por la petrolera, ascendieron a 20 mil 854 millones de dólares, mientras que las exportaciones cerraron en 21 mil 190 millones de dólares.

Pero los resultados del primer mes de 2016 arrojan números rojos en la balanza comercial de la petrolera.

Las exportaciones de hidrocarburos de la empresa alcanzaron 925 millones de dólares en los primeros 31 días del año, mientras que las importaciones representaron un desembolso de mil 346 millones de dólares, lo que arrojó un saldo negativo en el intercambio comercio de la empresa petrolera con el exterior de 421 millones de dólares.

Por si eso fuera poco, la compañía petrolera mexicana llega al 78 Aniversario de la Expropiación Petrolera con la amenaza latente de empresas como la estadounidense Gulf le pretenda quitar, por lo menos, 2 mil de las 11 mil 431 gasolineras que forman parte de la franquicia Pemex, sin haber invertido ni haber generado nuevos empleos.

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