En América Latina las tecnolatinas ya pueden contarse por miles. La región ya está poblada de estas compañías privadas de base tecnológica que durante los últimos años han ido desarrollándose en esta parte del continente y que han transformado el panorama empresarial con innovación y desarrollo económico.

Pero, ¿por qué son tan importantes? Entre otras cosas, porque la innovación en la que se basa su nacimiento genera un “motor lo suficientemente poderoso para escapar de la trampa de los ingresos medios”, señala el Tecnolatinas Radar Report, un estudio realizado con apoyo del Fondo Multilateral de Inversiones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y realizado por NXTP Labs —el fondo de capital semilla más activo en la región— y la consultoría de innovación Surfing Tsunamis. Es decir, que su existencia y crecimiento podrían ayudar a que los países por fin transiten al desarrollo y terminen el camino que debería llevarlos a convertirse en economías avanzadas.

El escenario más deseable en nuestra zona sería que siguiéramos el ejemplo de Israel, un país que pasó de estar en bancarrota en 1985 a generar más del doble de ingresos per cápita al apostar por una economía del conocimiento impulsada por la innovación emprendedora, sostiene el análisis. ¿Cómo sucedió esto? El gobierno israelí echó a andar programas que permitieron el desarrollo de una fuerte base de inversionistas de capital semilla a través de su apoyo, los cuales invirtieran y desarrollaran el ecosistema de startups.

El gobierno creaba fondos, ponía una parte de la inversión inicial e invitaba a un concurso para que el sector privado —tanto inversionistas locales como globales— trajera el resto del fondo. Si iba mal la inversión, se perdían los fondos, pero si no, el gobierno permitía que los inversionistas le compraran su participación a valor nominal y con esto los inversionistas multiplicaban sus posibilidades de ganar y disminuían las de perder. Hoy tienen cerca de 5 mil startups y más de 100 fondos tanto locales como globales que invierten en estas empresas. Todo esto lo explica Ignacio Peña, fundador de la consultoría especializada en innovación Surfing Tsunamis y líder del estudio del BID, el cual asegura que éste sería uno de los escenarios más deseables para nuestra región y estas empresas tecnológicas podrían ser la puerta de entrada para que esto suceda.

“El gobierno no gastó nada y generaron una de las industrias más grandes de venture capital del planeta”, explica en entrevista con EL UNIVERSAL.

Cabe señalar que América Latina es la región más desigual del mundo y a pesar de que en la última década se ha reducido de forma considerable la extrema pobreza, existen niveles altos de desigualdad de ingreso y de la distribución de la riqueza, lo cual obstaculiza el crecimiento, según el Foro Económico Mundial. Este estudio del BID, dado a conocer hace unas semanas, se dio a la ambiciosa tarea de identificar por primera vez a las empresas tecnológicas de esta zona, así como de documentar su impacto, no sólo regional sino global.

Así, se localizaron 123 tecnolatinas cuya valuación es superior a los 25 millones de dólares y que tienen un valor colectivo superior a 40 mil millones, la mayoría de éste construido en los últimos 15 años.

Brasil y Argentina son los punteros en esta revolución tecnológica, ya que concentran el mayor número de las empresas y de la creación de valor del ecosistema. Los dos agrupan 82% del valor total.

“Este es el comienzo de una oportunidad muy grande que tenemos por delante”, explica Ignacio. En México, se detectaron 17 startups que concentran apenas cerca de 10% del valor del ecosistema. Entre éstas, dos unicornios —empresas valuadas en más de mil millones de dólares—, KIO Networks y Softtek.

Apenas gateando

En lo que respecta a México, el país está en pañales todavía. Mientras que tiene 25% de las multilatinas (como Cemex, FEMSA, Bimbo, por ejemplo); en su territorio solamente se ha desarrollado 14% de estas tecnolatinas.

“Es poquísimo. México está dando sus primeros pasos y tiene la capacidad, pero está muy atrasado respecto a lo que puede ser. Puede ser 10 veces más potente. En los próximos 10 años, podemos pensar en una multiplicación violenta”, asegura Peña.

¿Qué México tenga sólo dos unicornios significa que el país va lento y que genere muy poco del valor total del ecosistema?

Sí, para entenderlo, un ejemplo: El país ha creado alrededor de 4 mil millones de dólares con las empresas de base tecnológica, mientras que tan sólo la argentina Mercado Libre generó 8 mil millones de dólares, es decir, el doble.

“Y todavía podemos hacer una vista más crítica sobre las empresas de México y tal vez llegar a la conclusión de que alguna de ellas incluso está en el límite de si es tecnológica o no. Cuando veo el poder de las empresas mexicanas, recién están empezando a gatear y a dar los primeros pasos”, afirma el especialista.

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