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En la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) se requerirá temple, resistencia y madurez por los sobresaltos que podrían presentarse, así que el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, pidió no reaccionar de más a lo que ocurra.

“No va a ser un camino plano, tranquilo, de buenos y felices días. Habrá altibajos. Las negociaciones así son. Se endurece la pierna, hay sobresaltos, se levanta gente de la mesa, y eso nos requiere un gran temple. Nos requiere como empresarios y como inversionistas que aprendamos simplemente a ser resistentes, a entender que no se llega hasta el final hasta que todo está perfectamente negociado, y no debemos sobrerreaccionar ante noticias eventuales no determinísticas”, afirmó el funcionario.

Durante la toma de protesta de Humberto Lozano para su tercer periodo como presidente de la Cámara de Comercio, Servicios y Turismo de la Ciudad de México (Canaco CDMX), dijo que al ser México un país más democrático, se negociarán cambios que serían susceptibles de tener respaldo del Poder Legislativo.

Es distinto a lo que pasó hace más de 23 años en la negociación original del TLCAN, cuando los estadounidenses “se reían en nuestra cara” cuando se les decía que los diputados podían votar en contra del acuerdo, porque sabían que el gobierno en turno marcaba la pauta a los legisladores.

“No sólo es mi buen deseo regresar con un paquete negociado, sino que es una realidad de la democracia mexicana que si no traigo algo aceptable para el interés nacional, no sería aprobado por el Senado de la República”, advirtió frente al jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera.

Reiteró que la primera premisa sobre la que se sentarán a negociar es que es falso que solamente uno es el ganador, y tampoco se sentará a México en el banquillo de los acusados ante los señalamientos de que sólo la economía mexicana se benefició del acuerdo comercial.

Agregó que el TLCAN es bueno para los tres países socios, a pesar de que para México las exportaciones hacia Estados Unidos representan 40% de su PIB, mientras que en sentido sólo inverso significan apenas 4%.

Dijo que el tratado tiene más de dos décadas y por ello deberán incluirse disciplinas como comercio electrónico e integrar el tema energético, porque antes Estados Unidos no tenía gas natural ni petróleo shale, y en México la industria estaba cerrada a la inversión privada, y las empresas petrolera y eléctrica eran monopolios estatales.

Ahora América del Norte cuenta con gas natural que cuesta una tercera parte de lo que se vende en el resto del mundo, combustible base para muchas cadenas productivas, por lo que la región está en una “posición competitiva sin rival”.

Guajardo expuso que la campaña electoral del presidente estadounidense, Donald Trump, fue insultante y agresiva para los mexicanos, y aunque se pensó que al llegar al poder modificaría su discurso, esa situación no se ha dado por sus bajos niveles de popularidad y su pretensión de no perder la base de los electores que votaron por él.

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