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El Fondo Monetario Internacional (FMI) mantuvo sin cambio su estimación de crecimiento económico para México para este año y el siguiente.

En el Informe de Perspectivas Económicas Mundiales (WEO, por sus siglas en inglés) que dio a conocer previo a la Reunión de Primavera que realiza con el Banco Mundial (BM), dejó en 1.7% la expectativa, que se estableció en enero pasado, para la economía mexicana para 2017.

Para el próximo año el FMI tampoco ajustó su pronóstico de 2%, como estimó en el reporte previo.

Es la primera vez en lo que va del año que el fondo no modifica su proyección y después de casi seis ajustes que realizó en 2016 como consecuencia del contexto externo adverso.

“En nuestras previsiones no tenemos una subida en las barreras comerciales, pensamos que es un riesgo, pero no lo tenemos en nuestra revisión”, dijo a EL UNIVERSAL el subdirector de Investigación Económica del FMI, Gian María Milesi.

El directivo explicó que las previsiones más que nada quedaron igual por la incertidumbre que está influyendo en la toma de decisiones de los inversionistas.

Apenas en enero pasado, cuando recortó su pronóstico de 2.3% a 1.7% para 2017, el FMI anticipaba que México junto con Brasil serían las economías más afectadas por la incertidumbre generada alrededor de las políticas que podría emprender la nueva administración en Estados Unidos, encabezada por Donald Trump.

También en enero redujo a 2% la previsión para 2018; en ambos casos representó una disminución de 0.6 puntos porcentuales frente a la proyección de octubre del año pasado.

No hay receta mágica. El consejero económico del FMI, Maurice Obstfeld, dijo que el organismo internacional elevó de 3.4% a 3.5% las expectativas para la economía mundial para este año y para 2018 anticipa un mayor crecimiento de 3.6%.

Durante la presentación del reporte WEO, explicó que las nuevas proyecciones significan una mejora atribuible a las novedades económicas favorables para Europa y Asia, en particular China y Japón.

“La turbulencia se redujo y hemos visto un aumento en el crecimiento”, puntualizó Obstfeld.

Sin embargo, el consejero reconoció que no hay una receta mágica para el crecimiento a largo plazo, pues se necesitan políticas para invertir más en educación que permitan aumentar la productividad, mayor supervisión financiera, atacar la evasión fiscal y enfoques inclusivos.

Afirmó que el comercio ha sido el motor de crecimiento que ha generado ganancias per cápita y reducción de la pobreza, pero los beneficios no se han distribuido equitativamente.

“En la globalización, el comercio ha permitido sacar a millones de personas de la pobreza, ha creado milagros económicos, en vez de recortar el comercio sería preferible aprovechar sus bondades, pero asegurándose de que la gente impactada sea tomada en cuenta”.

Alertó que la economía mundial aún está sujeta a sortear incertidumbre dada la tendencia baja de la productividad y por las políticas macroeconómicas en EU, cuyas previsiones se basan en el estímulo fiscal derivado de la reforma tributaria que, de no materializarse en julio, se hará una revisión de los pronósticos.

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