En una renegociación como la que puede darse por el TLCAN es importante considerar que si la propuesta de la contraparte estadounidense es peor a no tener un tratado, es mejor no tener acuerdo alguno, afirma contundente el ex director general de la Coordinadora de Organismos Empresariales de Comercio Exterior (Coece), Guillermo Güémez, quien fue parte del equipo negociador del sector privado que encabezó el empresario Juan Gallardo Turlow.

Para el también ex subgobernador del Banco de México, en esta negociación más que presionar o dejarse presionar hay que llegar a un arreglo donde todos ganen.

Sobre las declaraciones del presidente estadounidense Donald Trump, de que México quitó empleos a Estados Unidos, el ex representante de los empresarios comenta que si bien una parte de fuentes de trabajo sí son resultado de que las empresas migraron al territorio mexicano, una gran parte desapareció por cuestiones de tecnología, eso significa que “jamás regresarán los empleos que se tenían antes del TLCAN”.

El también ex funcionario manifiesta que no es “prudente políticamente” hablar acerca de muros, ni de mezclar ese tema de migración con el asunto comercial, pero consideró que Estados Unidos puede construirlo si así quiere.

¿Es preferible no tener un tratado a retroceder en la apertura?

—Actualmente tenemos un tratado comercial y si lo que se intenta por la otra parte es peor que no tenerlo, lo mejor es que no lo tengamos.

Pero no creo que sea la idea de ninguna de las dos partes y todo va a depender de cuáles serán las cartas que se pongan sobre la mesa.

Obviamente no tener un tratado va a tener costos, porque el TLCAN ha traído beneficios y al no tenerlo se quitarían pero para México y Estados Unidos. Para los mexicanos habrá problemas de empleo y para los estadounidenses inflación.

¿Con la amenaza estadounidense de imponer a productos mexicanos aranceles podemos estar ante una guerra comercial?

—Ponerse en una posición en que los dos pierdan no es algo útil para nadie.

No tanto como guerra comercial, pero algo que sería inadecuado para ambos. El objetivo inicial debe ser que sea útil el acuerdo para las dos partes.

¿Qué se debe hacer para negociar con un presidente de Estados Unidos tan rudo? ¿Hay que tener más paciencia?

—No es cuestión de rudeza es cuestión de ver qué es lo que quiere y qué queremos los mexicanos y encontrar las coincidencias. No es como la lucha libre de rudos y técnicos.

Más que paciencia hay que tener
técnica.

Y no hay que temerle a Estados Unidos, porque si quieres ganar con miedo de uno a otro no se va a ganar-ganar.

¿Qué lecciones se deben tomar en cuenta para la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte que se hicieron en la negociación del mismo?

—Mantener el contacto con la industria estadounidense, con quienes tenemos muy buena relación, sobre todo relaciones de negocios.

En la medida que se mantenga en contacto con la estructura productiva americana, ellos van a expresar sus intereses al gobierno.

Es una manera de llegar a acuerdos, no se trata de presionar uno al otro,
sino de sacar aquello que beneficie a ambas partes.

Es difícil comparar la situación actual de la que se tuvo, porque hace 26 años ambos lados queríamos llegar a un acuerdo comercial y ahora da la impresión de que el gobierno estadounidense quiere negociar para reducir
las ventajas que tiene México y así es difícil.

Pero ahora tenemos muchas armas que antes no teníamos, como el tema energético. Hay más canicas con las cuales jugar.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses