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La pobreza laboral vinculada a los salarios registró un retroceso de 1% en el segundo trimestre del año respecto al mismo periodo de 2015, luego de que entre enero y marzo había logrado un alza anual de 1.07%, informó el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

Lo anterior es resultado de que el ingreso laboral de las familias ha aumentado, así como a que su poder adquisitivo también mejoró, gracias a los bajos niveles de inflación que se han reportado en los últimos meses, explicó Ricardo Aparicio, director general de Análisis de la Pobreza del Coneval.

El ingreso laboral per cápita en pesos corrientes en el periodo abril-junio de 2016 fue de 2 mil 68.72 pesos, lo que significó un incremento en términos reales de 3.6% respecto al mismo periodo del año anterior.

Este desempeño favorable del poder adquisitivo de los salarios fue resultado, en parte, debido a los bajos niveles de inflación que se reportó en dicho periodo.

Otros factores que han contribuido al incremento de los ingresos laborales ha sido el aumento en el número de trabajadores adscritos al IMSS, así como a la disminución de la tasa de desempleo en el país, comento el especialista en marginación.

Sin embargo, este dato positivo no fue homogéneo en las 32 entidades que comprenden el país. La mitad de los estados reportaron alzas en sus niveles de pobreza laboral durante el segundo trimestre del año respecto al mismo periodo de 2015.

Entre dichas entidades, destacan: Sonora, con un incremento anual de 14.2%; Coahuila, con un alza de 10.0%; Sinaloa, 8.0%; Yucatán, 7.5%; Morelos, 7.0%; Baja California Sur, 5.6%; Colima, 5.2%; Tabasco, 4.3%; Veracruz, 4.1%; y Nayarit, 3.4%.

Por el contrario, las entidades que destacaron por una baja en el índice de la tendencia laboral de la pobreza, fueron: Chihuahua, con un retroceso anual de 12%; Quintana Roo, de 10%; Zacatecas, 9.3%; Guanajuato, 8.9%; Nuevo León, 7.1%; Durango, 6.8%; Tlaxcala, 5.8%; Querétaro, 5.1%.

Ven avance de poder adquisitivo. Durante el primer semestre de 2016, el poder adquisitivo del ingreso laboral de los hogares se ha incrementado 3.4%, lo que significa que la tendencia que se observa desde 2015 se mantiene, explica Aparicio.

Es decir, aunque no se ha recuperado el poder adquisitivo del ingreso laboral a los niveles de 2007, éste se ha incrementado durante 2015 y 2016, situación que no había sucedido desde antes de la crisis de 2008-2009.

Lo anterior implica que el índice de tendencia laboral de la pobreza entre 2015 y 2016 se ha reducido respecto a las mediciones obtenidas de los años 2014 y 2015.

Es decir, el porcentaje de personas que no pueden adquirir la canasta alimentaria con el ingreso de su trabajo ha disminuido desde 2015.

Si bien no se ven factores en el corto plazo que puedan permitir prever que vaya modificarse esta tendencia positiva, Ricardo Aparicio aclara que está lejos de representar un ingreso como el que requieren las familias para poder salir de la pobreza.

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