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El dólar caro propició en las importaciones mexicanas la caída más pronunciada en casi siete años.

De acuerdo con el Inegi, las importaciones no petroleras de bienes de consumo, asociadas al gasto privado en México, se desplomaron 12.1% en junio con relación al mes similar de 2015.

A su vez, las importaciones no petroleras de bienes intermedios, utilizadas como insumos de empresas manufactureras, cayeron 4.9%.

Para ambas importaciones se trata del declive más severo en casi siete años, desde octubre de 2009.

Además, ligaron cuatro meses a la baja, es la racha negativa más larga desde diciembre de 2009.

Las importaciones de bienes de capital, asociadas a la inversión en México, descendieron 5.1% y fue el cuarto desplome consecutivo.

Para Joan Enric Domene, analista de Invex, los resultados muestran una desaceleración de la demanda interna.

Dijo que las importaciones caen porque el dólar las encarece y, aunado a la expectativa de que la debilidad industrial perdure algún tiempo, contribuye a que el déficit comercial disminuya.

El dólar cerró ayer en 19.07 pesos en ventanillas de Banamex y Santander, el precio más caro desde el 7 de julio.

La cotización promedio de la divisa fue de 18.93 pesos durante junio, un repunte de 3.15 pesos con relación al mes similar del año pasado, cuando entonces se vendía en 15.78 pesos.

Eduardo González, coordinador de análisis en Banamex, anticipa que las importaciones van a continuar débiles en los próximos meses, en especial las de bienes de capital, lo que apunta a “una inversión productiva aún frágil y altamente volátil”.

Por otro lado, las exportaciones de bienes manufacturados en México disminuyeron 3.4% en junio, debido a menores ventas automotrices, las cuales ligaron cuatro meses a la baja, se trata de la racha negativa más larga desde octubre de 2009.

Las exportaciones de productos obtenidos de la extracción de minerales metálicos y no metálicos se hundieron 39% en comparación anual y ligaron dos meses con declives de doble dígito.

En la minuta de la última reunión de política monetaria, el Banco de México indicó que “la depreciación observada del tipo de cambio no ha impulsado la producción manufacturera, ni las exportaciones como se esperaba”.

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