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El bajo dinamismo de la actividad hipotecaria en México durante los primeros tres meses del año fue producto del menor financiamiento otorgado por el Infonavit y el Fovissste, mientras que el crédito administrado por la banca privada para la adquisición de vivienda nueva continuó con resultados positivos.

Al primer trimestre de 2016, el monto total del financiamiento para la adquisición de vivienda en el país disminuyó 9.1% respecto al mismo periodo de 2015, con lo que el número de créditos hipotecarios bajó 8% en términos reales.

Mientras que el valor de los créditos otorgados por institutos públicos cayó 17.1%, el financiado por la banca privada creció 1% en marzo de 2016 respecto al mismo mes de 2015, de acuerdo con el reporte inmobiliario elaborado por BBVA Reserch.

El financiamiento otorgado por el Infonavit ascendió a 24 mil millones de pesos, cifra 17.5% inferior a la registrada en el mismo periodo del año anterior; en tanto que el monto del crédito otorgado por el Fovissste ascendió a 8.4 millones, cifra 16.1% menor en términos reales para el mismo periodo.

Por su parte, la banca comercial originó un total de 29.7 mil créditos a marzo, lo que equivale a una derrama económica de 31.4 mil millones de pesos, lo que significó un alza anual de 1%.

Contrario a lo ocurrido en los institutos de vivienda, el monto promedio por hipoteca fue 12.8% mayor respecto a lo registrado al cierre del primer trimestre de 2015.

Este aumento en la actividad por parte de los bancos privados se explica por la mayor originación de créditos para vivienda nueva, que han incrementado su valor notablemente respecto a la vivienda usada por mayor presión en los costos de construcción residencial, pero que mantienen su demanda, aunque a menor ritmo que el año anterior, explicaron los especialistas de BBVA.

Del total de los productos hipotecarios que ofrece la banca, el monto destinado a la adquisición de vivienda nueva aumentó 16% a marzo en términos reales, lo que explica también un crecimiento promedio por hipoteca de doble dígito. Por el contrario, el financiamiento para adquisición de vivienda usada se contrajo más de 60% en el primer trimestre del año respecto a 2015.

En el último trimestre de 2015, el saldo total de la cartera hipotecaria había crecido en promedio 4.4%% anual. En el primer trimestre de 2016 aumentó 3.5%, principalmente por mayor originación de vivienda nueva; además, desde marzo del año pasado la cartera vencida ha registrado disminuciones, en promedio 9% al cierre de diciembre.

De acuerdo con el análisis de BBVA, al primer trimestre de 2016 se conserva la tendencia de finales del año pasado en términos de los proyectos para edificación de vivienda.

Datos del Registro Único de Vivienda (RUV) muestran que en cifras acumuladas a marzo se integraron casi 75 mil proyectos, esto es 5% más respecto a los 71 mil reportes hechos en el mismo periodo de 2015.

El anuncio hecho por el Banco de México de aumentar 50 puntos base la tasa de interés de la política monetaria ha tenido mayor efecto en las decisiones de los constructores que en los consumidores que aspiran a adquirir un crédito hipotecario.

La razón principal es la rapidez en la transmisión de la política a dichos mercados. Mientras que los créditos hipotecarios individuales se contratan a tasa fija y con plazos cercanos a 20 años; los créditos a la construcción son a tasa variable y por ende el nivel de amortizaciones es mucho más elevado.

En consecuencia, los desarrolladores han optado por esperar una reactivación más clara del mercado, conforme la demanda por crédito hipotecario se mantiene a ritmos más lentos pero con tasas de interés estables en niveles mínimos históricos, explican los especialistas de BBVA.

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