La economía de Cuba comienza a tener un nuevo rostro con los emprendedores nacionales que buscan mejorar sus vidas y apuestan a invertir en paladares o restaurantes que representan una de las industrias más prometedoras para la isla.

Cada vez son más los jóvenes entusiastas y futuros empresarios que han decido iniciar un negocio propio en el rubro referido, donde no sólo tienen la oportunidad de desarrollarse como empresarios, sino de mejorar la economía de su familia y de su país.

Los paladares, como se conocen en la Habana a los restaurantes, son una opción de progreso para los cubanos, una oportunidad para el turismo nacional y para los extranjeros, pero sobre todo una fuente de empleos.

A lo largo de toda la isla ha proliferado el número de paladares, que en su mayoría tienen un concepto acogedor para las familias que los visitan, pero sobre todo, los sabores exóticos de la gastronomía cubana.

Lo más importante es que ahora pueden utilizar préstamos bancarios o recursos provenientes del extranjero para abrir sus negocios. En muchos casos, los cubanos aprovechan los envíos de familiares que radican principalmente en Estados Unidos para invertir, cosa que anteriormente no se podía hacer.

Guillermo Alayón, joven empresario de 32 años, ha incursionado en el mundo restaurantero en La Habana; tiene algunos años de experiencia y dirige el paladar “M en A, elegancia por principio” , ubicado en la Calle 25, entre Infanta y O, de la zona Vedado.

Él, como muchos otros, ha decido utilizar las oportunidades que abrió el gobierno cubano y emprender un negocio, pues es una buena oportunidad para crecer y sustentar a la familia, dijo el empresario.

Agregó que la oportunidad nació a partir de que el gobierno hizo cambios y dio oportunidades a familias dueñas de casas para que abrieran negocios, pudieran tener ingresos y mejoraran sus condiciones de vida.

Guillermo, quien dirige a un equipo de 12 personas, dijo que sus inicios los llevó en restaurantes del barrio chino en Cuba y en otros de diversos tipos.

El turismo es lo más importante para los paladares porque es lo que realmente ha alzado a esos restaurantes, el turismo extranjero es lo que le ha dado fortaleza, crecimiento y multiplicación a esos establecimientos.

Los restaurantes se han internacionalizado en La Habana y a lo largo de Cuba, incluso ya hay de comida árabe, mexicana, europea y china.

El joven explicó que el pago de impuestos es como en todas partes, hay que pagarlos, pero lo más importante es que hay acceso a créditos bancarios en caso de inversiones grandes, que se pueden ir pagando mensualmente o como se acuerde con el banco.

La especialidad de la casa “M en A” es la mariscada que ha tenido mucho éxito, reiteró Guillermo. Dicho platillo consta de pescado, langosta, carne de cerdo y de vaca a precios accesibles para las familias y para los turistas, pero también hay de precios que van desde 6.75 y 6.50 pesos cubanos, equivalentes a cinco dólares, aproximadamente.

Paladar “El Zaguán” es otro concepto, propiedad de Regnar Gigato y se encuentra en el corazón de La Habana Vieja, donde la comida es de alta cocina con precios no muy accesibles para todos los cubanos, pero sí para el turismo que gusta del buen comer.

Al igual que muchos nuevos empresarios, Regnar es un joven emprendedor que ha decidido apostarle a su país para invertir a través del paladar.

Con su esposa, ven ahora un futuro mejor para sus dos pequeños, una niña y un niño, quienes más tarde serán los dueños del negocio.

Regnar rescató la casa que era de su familia y la restauró, y al igual que Guillermo, ve en los paladares una oportunidad que dio el gobierno ante los problemas económicos del pueblo cubano.

Con un estilo muy colonial, Regnar ha levantado su paladar al que acuden los turistas nacionales y extranjeros para degustar carnes, pescados, vaca y pizza con sabores muy especiales.

Una de las dificultades que encuentra este joven restaurantero es la adquisición de las materias primas para operar, sobre todo para tenerlas frescas, como el pescado, las carnes o las legumbres.

Regnar y su esposa están muy contentos de la oportunidad que se les ha dado para crecer y desarrollarse, pero sobre todo porque es la misma que tienen todos los cubanos para salir adelante.

jlcg

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